Al momento de escribir esta columna anoche, todavía el discurso del candidato del PRD Hipólito Mejía no se había producido. Previamente, había un ambiente de tensión en la capital y en muchos pueblos. Había rumores de todos los tamaños y calibres. Desde posiciones levantiscas y calenturientas, hasta sensatas y realistas que llamaban a la calma.
Estos son momentos en que los liderazgos se ponen a prueba y las posturas de firmeza se fraguan como el acero. Pero ya no es factible llamar a la violencia ni a la desobediencia civil. Ya se impuso el acondicionamiento de la mayoría de la opinión públicapara aceptar unos resultados electorales que hasta la OEA y varios mandatarios extranjeros, como Hugo Chávez, de Venezuela, han saludado al candidato morado, Danilo Medina, y el titular del grupo de observadores del citado proceso, el uruguayo Tabaré Vásquez también ha felicitado a quien ya la Junta Central Electoral ha dado como ganador.
Sensatez
Quizás algunos perredeístas o ciudadanos no compartan esta posición. Algunos harán lo que siempre ocurre cuando no se coincide con sus deseos y posiciones y simplemente motejan al opinante como “vendido al gobierno” y de todo lo que se les ocurra por su mente intolerante. Pero, insistimos, si había razones para posiciones levantiscas y de protestas contra los resultados emanados por el tribunal de comicios debió ser la misma noche en que se dieron a conocer los primeros datos que dieron la delantera a Danilo Medina. Ya es tarde para reacondicionar a la otra parte de la sociedad y del mundo que ha aceptado como buenos y válidos los comicios en cuestión. Es la verdad, aunque duela a muchos. Ahora lo que procede es enfilar el rumbo hacia una revisión interna en el propio PRD y buscar los males principales que mantiene a esa organización en una situación difícil entre su misma membresía o dirigencia… Lamentablemente eso es así… y colorín colorado…