Alrededor de 100 internos encerrados en la única celda de la cárcel pública del municipio de Pedernales, construida para alojar sólo 20 personas, se desenvuelven dentro de un estado de hacinamiento y expuestos a ser afectados por enfermedades infecto-contagiosas por la suciedad y fuerte calor que allí impera.
Desde hace años los pobladores y organizaciones de la sociedad civil reclaman la construcción de un nuevo y moderno recinto carcelario, donde los reclusos estén cómodos, pero nunca se les ha hecho caso, aunque sí han recibido cientos de promesas.
Preocupada por esta penosa situación, la encargada de la oficina local de Prisiones, doctora Rosanna Cruz Heredia, se esfuerza porque a los reos se les suministre una alimentación balanceada para evitar que sean atacados por enfermedades, cosa que es difícil debido al hacinamiento y la suciedad que impera en la celda por la falta de espacio.
Otro problema serio lo es que, como esta es la única celda, en la misma son alojados los criminales, drogadictos, estupradores, ladrones, pirómanos, entre otros.
En reiteradas ocasiones los funcionarios de la Dirección Nacional de Prisiones y hasta el pasado procurador general de la República prometieron la construcción de un nuevo penal, pero todo ha caído en el saco del olvido