Ismael Reyes Cruz se la puso en China a los otros tres candidatos presidenciales de los llamados partidos emergentes con los que firmó hace poco un acuerdo unitario, al plantearles hace unos días en carta privada que renuncia a sus legítimas e iguales aspiraciones siempre y cuando dos de ellos le sigan los pasos antes del próximo día 31, para que solo quede uno que sería el postulado como candidato unitario para las elecciones del 20 de mayo.
El problema de la unidad política de los pequeños ha sido siempre que nadie quiere dar su brazo a torcer, pero el jefe del PDI les hace saber a Julián Serulle, Eduardo Estrella y Max Puig que “sería platónico” pensar que podrían tener un buen desempeño electoral nominando un candidato en febrero para diseñar, montar y ejecutar, con posiblidades de éxito, una estrategia de campaña de aproximadamente 10 semanas lo que entiende “es algo más que imposible, diríamos que un sueño irrealizable”.
Reyes Cruz estima que enfrentar a los candidatos de los partidos tradicionales “con toda su parafernalia y su gran poder económico”, en un papel en el cual puedan los emergentes salir airosos requiere por lo menos que el 2 o 3 de enero venidero “estemos todos en las calles trabajando con entusiasmo y con todos los materiales de promoción política en nuestras manos”, y les requinta con un “debido a que estoy renunciando a mis legítimas aspiraciones, me veo en la necesidad de expresarles con franqueza, dentro del marco del absoluto respeto que les profeso, que nuestro país se merece que dos de ustedes tres, después de reflexionar profundamente, tal y como ya lo hicimos nosotros, en una demostración de desprendimiento personal, deben de renunciar a sus aspiraciones presidenciales, las que soy el primero en reconocerles que son legítimas, pero que estas dos renuncias, a nuestro humilde entender, son la única vía que tenemos para que el compañero que sea seleccionado como el candidato oficial de la alianza, podamos presentarlo frente al país en los primeros días del mes enero del año 2012”. ¿A ver quién se atreve a lanzar la segunda piedra…?
