El caso de la cerveza Duff

El conflicto entre la cadena de televisión Fox y los hermanos Ballesteros en Colombia en torno a la cerveza Duff por derechos de propiedad industrial…

El conflicto entre la cadena de televisión Fox y los hermanos Ballesteros en Colombia en torno a la cerveza Duff por derechos de propiedad industrial pone de manifiesto nueva vez la más importante excepción legal existente ante la primacía del registro marcario: la notoriedad del signo distintivo.

Luego de que en la conocida serie de televisión Los Simpsons se hiciera famosa la cerveza Duff, los empresarios colombianos Álvaro y Oscar Ballesteros decidieron aprovechar el éxito virtual de la marca y llevarla al mundo real, registrándola en el 2006 para la comercialización del producto en Colombia.

El beneficio económico de los Ballesteros con la cerveza Duff es fundamentalmente consecuencia de la notoriedad que por la serie de animación ha adquirido el signo distintivo en cuestión, lo que sin dudas implica un aprovechamiento indebido del prestigio y el trabajo de otros para obtener ventajas comerciales. Y a pesar de que ellos alegan ser los legítimos propietarios de la marca por ser titulares del registro, lo cierto es que se trata de una marca notoriamente conocida y por consiguiente lo más prudente sería que en función de ello la oficina de marcas del país suramericano anule el registro concedido injustamente, para así evitar la evidente práctica desleal que se está produciendo en ese mercado.

Tal como dice Jorge Otamendi en su libro “Derecho de Marcas”, no siempre la marca concedida otorga a su titular un derecho indiscutible. Cuando una marca es verdaderamente notoria, se produce en los consumidores una fácil asociación entre el producto marcado y la marca en sí misma, y la notoriedad es tan importante que constituye una excepción a los efectos constitutivos del registro de marcas y goza de una protección especial por acuerdos internacionales como el Convenio de la Unión de París y el Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC).

La doctrina es clara en priorizar siempre, en materia de propiedad industrial relativa a las marcas, el interés de los consumidores y evitar por todos los medios que los mismos puedan confundirse respecto a la procedencia u origen empresarial de un producto. En el caso de la cerveza Duff, es indiscutible que al utilizar los Ballesteros no sólo una reproducción exacta de la marca utilizada en Los Simpsons desde el punto de vista fonético sino además una réplica visual, incluyendo colores y tipografía, el público consumidor puede ser fácilmente inducido a creer que la Cerveza procede de los creadores de la serie animada.
La creatividad y el esfuerzo son elementos esenciales para la prosperidad empresarial. El oportunismo nunca debe ser defendido.

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