La admisión por parte del Ministerio de Salud Pública de la muerte de tres personas bajo sospecha de estar infectadas del virus de la chikungunya, pone de relieve la vulnerabilidad de los pacientes con enfermedades de alto riesgo y complejidad, pues las defunciones corresponden a pacientes dentro de este perfil.
Igualmente, pone al desnudo la calidad de vida y cuán expuesta está la población del país a las enfermedades, sobre todo las virales, ya que el 19% (3 de 16) de las muertes registradas en las Américas corresponden a la República Dominicana, igual que el 35% (89,720 de 255,716) de los casos sospechosos registrados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La chikungunya se encuentra en todo el Caribe, incluyendo a El Salvador, Venezuela, Costa Rica, y según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, con sede en la ciudad de Atlanta, Georgia, en los Estados Unidos, se han detectado casos en 15 estados de la Unión: Arkansas, California, Connecticut, Florida, Indiana, Maryland, Minnesota, Nebraska, Nevada, New Jersey, New York, North Carolina, Puerto Rico, Islas Vírgenes estadounidenses y Virginia.
Los medios de comunicación recogen versiones no registradas por el Ministerio de Salud Pública que dan cuenta de que al menos otras ocho personas han fallecidos luego de ser infectadas por el virus.
Estas personas tienen en común que eran pacientes de otras enfermedades crónicas, como diabetes y falcemia, aplasia medular, esclerodermia, así como menores de edad.
¿Por qué la vulnerabilidad?
De acuerdo con la OPS, a pesar de que fue descubierta por el epidemiólogo Marion Robinson en 1955, la chikungunya se encuentra aún en “estado salvaje”, pues no existe cura ni vacuna específica para combatirla.
El hecho de no existir cura ni vacuna contra el virus, a pesar de su baja letalidad, situada en un 0.4%, si no se trata en sus etapas iniciales y no se hace el diagnóstico diferencial con otras enfermedades, como el dengue, la chikungunya puede resultar más mortal que cualquier otra enfermedad si ataca a un paciente de enfermedad crónica o de alta complejidad.
En ese sentido, este grupo de personas, así como los niños y ancianos, constituyen el segmento poblacional más vulnerable para el virus.
Esto, porque el período de incubación después de la picadura del mosquito Aedes aegypti es de alrededor de 4 a 8 días, (en algunos casos hasta 12), luego de lo cual la persona comienza a sentir fiebre alta, le destruye literalmente su sistema de inmunidad.
El hecho de que la enfermedad la produzca el Aedes aegypti hace de la chikungunya una enfermedad tan peligrosa como el dengue, de la cual también es su transmisor, ya que además de producir los mismos síntomas y signos pueden afectar conjuntamente a un mismo paciente.
En pacientes con enfermedades crónicas y de alta complejidad el virus puede causar problemas de parálisis cerebral, renal y el trastorno de hígado y la muerte misma.
Tanto los niños como los ancianos a menudo no son capaces de hacer frente a los síntomas del virus, razón por la que muchas muertes se han encontrado en países donde la calidad de vida no es la mejor, como en muchos de Asia y África.
Precauciones
Tanto las autoridades del Ministerio de Salud Pública como la Sociedad Dominicana de Infectología y el Colegio Médico Dominicano (CMD) han alertado e instruido para que en los hospitales y clínicas se tenga una especial atención a los pacientes señalados como de alta vulnerabilidad.
Según Salud Pública, los centros médicos públicos y privados deben priorizar la atención inmediata a los recién nacidos, con o sin síntomas, hijos de madres con síntomas sospechosos durante el parto o los últimos cuatro días anteriores; los menores de un año, mayores de 65, personas con diabetes, presión alta, problemas cardiovasculares, insuficiencia renal crónica, con VIH/Sida y tuberculosis.
En ese mismo tenor Margarita Santana, presidenta de la Sociedad Dominicana de Infectología, ha pedido que se tenga especial atención con los niños, ancianos y personas hipertensas y diabéticas. “Los familiares de los ancianos, pacientes con enfermedades como la diabetes, hipertensos y los padres de niños, deben estar atentos a la aparición de fiebre o dolores de estas personas, porque si se descuidan esto puede ser fatal para sus vidas”, expresa.
Igualmente Pedro Sing, presidente del Colegio Médico, sostiene que los medios de comunicación deben ser más colaboradores en cuanto a brindar espacios para campañas de educación y orientación masivas dirigidas a prevenir la enfermedad.
A su juicio, la chikungunya es un problema del país en sentido general y no solo de las autoridades, por lo que los medios de comunicación deben ser una plataforma fundamental en su control, a fin de que menos personas sean afectadas.
