Cómo manejar la bipolaridad en la tercera edad

El trastorno bipolar se considera una enfermedad mental grave, difícil de controlar con los tratamientos disponibles en la actualidad y con una probable evolución a la cronicidad. Se caracteriza por atravesar fases de depresión y de manía, siendo&#823

El trastorno bipolar se considera una enfermedad mental grave, difícil de controlar con los tratamientos disponibles en la actualidad y con una probable evolución a la cronicidad. Se caracteriza por atravesar fases de depresión y de manía, siendo destacable el riesgo de suicidio, que en el caso del bipolar tipo I llega a ser del 10 al 15%.

Para cualquier persona, tener un pariente envejeciente que padece de este trastorno, es preocupante. Quiere saber cómo debe tratarle para que se sienta bien, pero sin necesidad de demostrarle lástima o malestar por la forma en que ese mal le hace actuar.

La respuesta a estas preocupaciones es sencilla, dice Lucy Peña, presidenta de la Fundación Dominicana de Trastorno Afectivo Bipolar (Fundotab). “Lo primero es que el paciente con esta condición no debe tratarse por su edad.

Sin embargo, muchas investigaciones sobre el tema demuestran que tener un socio de apoyo puede ser tan importante como la medicación y la psicoterapia en la prevención de recaídas”, explica.

Dice que hay que evitar que la persona con bipolaridad enfrente y afronte situaciones de conflicto como ruptura o divorcio, por ejemplo, ya que ello puede exacerbar los síntomas del trastorno, asegura la experta en el tema.

Peña aconseja que la mejor vía para la búsqueda de solución a la hora de tratar a un envejeciente con bipolaridad, es dar el primer paso, el cual consiste en la educación para la familia y para el paciente.

La especialista dice que en este sentido, precisamente para contribuir con las familias que enfrentan este tipo de problemas, Fundotab realiza mensualmente su encuentro de ayuda mutua titulado “Cuando Mi Cabeza me hace Trampas”.

“Cuanto más sabe la familia acerca de los síntomas, los tratamientos y las estrategias de afrontamiento, más se puede trabajar para enfrentar los desafíos comunes.

La lectura y la investigación en línea, talleres presentados por organizaciones de salud mental, las discusiones con los profesionales de salud mental, y grupos de apoyo, son todas buenas maneras para informarse”, recomienda la presidente de Fundotab.

Comenta que a una pareja o familia que esté al día sobre lo que se necesita para vivir con una persona bipolar, le será más fácil entender cuándo ese paciente necesita apoyo. De ahí la importancia de aprender a discutir los asuntos relacionados con la enfermedad de manera abierta y honesta.

Comunicación regular
Peña sostiene que el poder de compartir lo que está pasando en la vida y en la cabeza de una persona con bipolaridad, proporciona a los parientes las herramientas necesarias para entender y apoyar ante cualquier cambio de estado de ánimo, ya sea irritabilidad, tristeza o euforia.

“Es importante que las personas se empapen de todo lo que envuelve a una persona con este trastorno. Ya que luego de un momento difícil vuelven a su cotidianidad, y la familia debe saber qué hacer cuando esto ocurre. Nosotros les damos una piedra de toque que ayuda a reconocer las primeras señales de un cambio de estado de ánimo”, explica.

Abrir los canales de comunicación y tener una conversación al menos una vez a la semana sobre los síntomas que el paciente podría estar experimentando, es una buena opción. “La comunicación regular es muy importante. Hablar de lo que siente y de todo lo que pasa por la cabeza de la persona bipolar, contribuye a que el clima familiar sea más agradable”, puntualiza Peña.

El envejeciente, de por sí suele asumir algunas manías o comportamientos diferentes a los que siempre ha tenido, y si es bipolar, el asunto puede que se torne más difícil. De ahí la importancia de que la pareja, los hijos y toda la familia esté consciente de esta realidad y la sepa enfrentar.

En la mayoría de las relaciones de pareja de todo tipo, a esto no escapan los envejecientes, es importante que otras personas de la familia puedan identificar las señales de alerta.

“Las personas con trastorno bipolar pueden hacer una lista de síntomas y conductas que ayudan a indicar señales tempranas de un episodio maníaco o depresivo. Los socios y/o cónyuges y/o familiares pueden entonces referirse a estas listas con el fin de detectar los primeros síntomas”. l

Medidas que  pueden ayudar

Una de las cosas más importantes que la familia y los amigos pueden hacer por una persona que padece el trastorno bipolar, es averiguar sobre la enfermedad. A menudo, las personas que están deprimidas, experimentan manía o cambios en el estado de ánimo y no reconocen los síntomas en sí mismas. Si a usted le preocupa un amigo o un familiar, ayúdele a obtener el diagnóstico y tratamiento apropiados.

Esto puede implicar ayudar a la persona a encontrar un médico o terapeuta y concertar su primera cita. Asimismo, usted puede acompañar a la persona a su primera consulta  para brindarle apoyo. Anime a la persona a seguir con el tratamiento. Siga reafirmando a la persona que, con el tiempo y ayuda, se sentirá mejor.

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