Congregación insta a retorno sacerdote acusan agresiones sexualesa

Santiago.-En procura de lograr que el sacerdote Wojciech Gil acusado de agredir sexualmente a tres menores en la comunidad de Juncalito regrese al país, la congregación a la que pertenece le ordenó mediante un especie de decreto ordenó al…

Santiago.-En procura de lograr que el sacerdote Wojciech Gil acusado de agredir sexualmente a tres menores en la comunidad de Juncalito regrese al país, la congregación a la que pertenece le ordenó mediante un especie de decreto ordenó al cura de nacionalidad polaca su regreso al país.

En el proceso se han entrevistado varias personas en la comunidad, y al menos cinco sacerdotes, quienes según la Fiscalía han brindado todo el apoyo y colaboración para lograr el regreso del padre Alberto como es conocido en el distrito municipal perteneciente al municipio de Jánico.

La más reciente entrevista se produjo en la mañana del lunes, al Canciller del Arzobispado, Williams Arias.

 La procuradora fiscal, Luisa Liranzo informó a El Caribe que los resultados de las investigaciones y los presuntos abusos cometidos por el religioso contra los menores serán presentados cuando se conozca la solicitud de medida de coerción.

“Lo que estamos haciendo es procurando la presencia del padre Alberto y que sea este quien presente su versión de los hechos”, apuntó Liranzo.

El sacerdote quien permaneció como pastor de la parroquia San Antonio de Padua pertenece a la Congregación San Miguel Arcángel.

 El mismo día que explotó la denuncia Arias, dijo a este diario que la Iglesia estaba en la mejor disposición de que se conozca el caso hasta las últimas consecuencias. 

En ninguno delos casos se ha manejado como interrogatorios, excepto a los niños y a las personas más cercanas con el padre Alberto.

La Fiscalía sigue haciendo contacto para determinar si hay nuevas víctimas de agresiones sexuales, debido a que los dirigentes comunitarios le atribuyen al padre Alberto Gil al menos 14 casos.

 “Sabemos que la congregación emitió un decreto que le ordena presentarse, en el caso de nosotros seguiremos agotando los pasos que sean necesarios”, indicó Liranzo.

Roberto Rodríguez, uno de los voceros del movimiento Unión Fuerza y Seguridad, grupo que ha asumido las denuncias contra el sacerdote espera que las autoridades del ministerio público jueguen su papel.

 Dice que aunque la comunidad está inmersa en las fiestas patronales, no tolerarán la permanencia de ningún cura en la comunidad a no ser que acudan a  oficiar una misa y a los pocos minutos se retire.

Las acusaciones contra el padre Alberto Gil mantienen dividida a la comunidad eminentemente católica y que ve como denuncias infundadas las supuestas agresiones cometidas por quien por espacio de ocho años fue su pastor. Recientemente el Arzobispado de Santiago emitió un comunicado en el que daba su apoyo para que el caso fuera ventilado en la justicia.

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