Santiago. La Coalición por la Seguridad Ciudadana y la Reforma Policial consideraron que la transformación de la uniformada es prioritaria y urgente.Esto así porque hay fallas en el rol de la Policía Nacional y las estrategias de seguridad social, lo que impide detener los actos de violencia y delincuencia que afectan a los ciudadanos.
A esas conclusiones llegaron, durante un foro realizado por la Fundación Vanessa, la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Participación Ciudadana y otras entidades que conforman la citada coalición. Entre las fallas citaron falta de equipamiento y profesionalidad de la Policía, agentes asignados a labores ajenas a sus funciones, resistencia al cambio por parte de la oficialidad y dispersión del rol de la institución en la prevención, investigación y ataque a la delincuencia.
Servio Tulio Castaños, vicepresidente ejecutivo de la Finjus, sostuvo que la oficialidad de la institución policial se resiste a cambiar sus esquemas y, por ende, a sujetarse a la autoridad de las instituciones civiles, al tiempo de expresar que el jefe de la Policía es el único jefe que despacha directamente con el presidente de la República, mientras que en otros países esa función recae sobre los ministros a cargo de la Justicia y la seguridad.
Sostuvo, además, que la Policía hay que someterla a una profunda reforma en la que participen los diferentes representantes de la sociedad civil.
En ese orden, Juan Ramírez, presidente de la Fundación Vanessa, consideró que el Estado debe asumir el rol de la seguridad, como parte de un plan preventivo que incluya a la Policía Nacional.
En tanto que Rosalía Sosa, directora ejecutiva de Participación Ciudadana, abogó por que los ciudadanos observen las acciones de la Policía para garantizar respeto a los derechos humanos. Carlos Fondeur, presidente del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago, favorece una reforma integral, que sujete a la Policía a la orden de otras instancias institucionales.
