Hace rato que el programa Creando Sueños Olímpicos (Creso) es una especie de panacea para nuestros atletas olímpicos.
Este proyecto surge de la unión de nueve empresas dominicanas que han decidido trabajar por un fin común a través de algunos atletas, que no solo vela por obtener buenos resultados en competiciones, sino que se preocupa en apoyar académicamente a los deportistas bajo su sombrilla.
Ayer pude leer en el portal www.ultimoset.com una nota que ciertamente me hizo feliz.
Víctor Estrella, desde hace tiempo nuestra primera raqueta, fue incluido en este programa, a raíz de los buenos resultados obtenidos por el tenista en el tour profesional.
Realmente no podría identificar cuál atleta dominicano merecía más este apoyo que el propio Estrella, que es dueño de un perfil con casi todo lo necesario para ser un beneficiario de Creso.
Víctor, de fino trato para con la prensa, reclamaba desde hace mucho respaldo y usaba la más mínima oportunidad para clamar por un espaldarazo. Nadie le escuchaba.
Tanto así, que en algún momento llegué a pensar que un día este muchacho de Santiago se iba a cansar de luchar e iba a dejarlo todo. Qué bueno que Víctor, quien es nuestra primera raqueta desde hace buen rato, nunca se cansó y contra viento y marea se las arregló para continuar activo, pero más que eso, para mantener su nivel en el área.
Es una lástima que las autoridades correspondientes no hayan podido responderle a este gladiador dominicano, que en innumerables ocasiones se costeó sus entrenamientos y sus participaciones en eventos internacionales.
Estrella lleva a cabo una carrera de Salón de la Fama y eso tiene un peso específico en el presente. Me parece que aún siendo un veterano, el tenis dominicano gana mucho teniéndolo, pues hay una nueva generación que necesita de su ayuda.
Espero que una vez materializada la ayuda del programa Creso, Estrella demuestre que hay talento para rato con más y mejores resultados en las canchas y fuera de ellas también. ¡Enhorabuena Víctor!
