Con un capital que ronda los RD$400 millones y la conformación de un triángulo que agrupa las provincias La Vega, Sánchez Ramírez y San Francisco de Macorís, la Cooperativa Los Arroceros (Coopearroz) se ha constituido en una herramienta básica para los productores del sector.Fundada en diciembre de 1993, situada en La Vega y con una membresía de 120 asociados, que en total tienen unas 55 mil tareas de arroz, Coopearroz ha logrado hacer entender en su ámbito de operación y en el mercado nacional, en sentido general, que tanto el productor como el agroindustrial son muy importantes, según sostiene su presidente, Juan Luis Jiménez, entrevistado por un equipo de elCaribe, que se trasladó desde Santo Domingo hasta las oficinas de la institución, en una zona un tanto apartada de la ciudad de La Vega.
Los testimonios recogidos entre algunos de los socios caminan en la misma dirección del Jiménez, en cuanto al aporte de la cooperativa para los productores de arroz y los avances obtenidos por éstos a través de esa organización.
En el ramo de la agroindustria arrocera, Coopearroz abarca el 90% del mercado dominicano, indican cifras ofrecidas por su principal directivo. “Esta institución le ha dado no solo beneficios económicos a sus asociados, sino también dignidad, al valorar tanto al que trabaja en el campo, como al que procesa el arroz”, sostiene.
Para ser miembro de la cooperativa la única exigencia es ser productor de arroz. Sin embargo, hay que aclarar que la infraestructura que tiene la institución, o sea, la factoría, debido a su capacidad, no permite tener más asociados que superen esa capacidad industrial y de comercio. Eso constituye actualmente una limitante para el ingreso de nuevos miembros.
En cuanto a la composición, la cooperativa tiene tres grandes consejos, que son: Consejo de Administración, Consejo de Vigilancia y el Comité de Crédito. Del Comité de Administración depende el Comité de Educación. Entre los servicios que ofrece Coopearroz se encuentran: préstamos (a una tasa del 14% anual), asistencia técnica, de salud (con un seguro médico para asociados y sus familiares, con el cual la cooperativa cubre el 50%) y seguro de vida. Dentro de su estructura física, la cooperativa tiene un molino arrocero con capacidad para procesar 120 quintales por hora. En marzo será instalado otro equipo capaz de alcanzar 240 quintales por hora, procedente de Alemania.
En el área del molino hay unos 5,000 metros bajo techo y 12 silos (depósitos) que pueden recibir, para guardar sin problemas 1,600 toneladas métricas cada uno.
En República Dominicana el promedio de la tenencia de tierra arrocera es de 3.4 héctareas (unas 50 tareas por productor), de acuerdo a informaciones que han ofrecido organismos oficiales en distintos momentos. “Eso indica que somos pequeños y la única forma de usted agruparse y poder formar una agroindustria es uniéndonos.
El sistema de la cooperativa es la mejor forma, porque la ley otorga una serie de facilidades que como productores y ciudadanos debemos aprovechar y que de otra forma quizás no pudiéramos alcanzar”, plantea el titular de Coopearroz.
Para ser miembro de la entidad arrocera no se exige un mínimo o máximo de tareas que debe tener el productor. De hecho, en la entidad hay miembros que corresponden a la reforma agraria y no poseen grandes extensiones. “El cooperativismo no debe ser clasista, tan importante es el pequeño como el grande y hay cosas que aporta el pequeño que el grande no aporta”, agrega Jiménez.
Desde su punto de vista, el cooperativismo debe surgir por una necesidad, pero nunca debe ser clasista. Para sustentar esas expresiones citó como ejemplo a un productor, que empezó con ocho tareas y actualmente tiene 254. “Eso habla de la grandeza de la institución”, expresa. Coopearroz ha servido de inspiración para la creación de dos nuevas cooperativas agroindustriales, una está ubicada en Valverde y otra en la provincia La Vega. Cuando Coopearroz inició tenía un capital de RD$255,000.
Calidad
Juan Luis Jiménez
Presidente de Coopearroz
“En Coopearroz somos los únicos industriales del arroz que aplicamos la trazabilidad, llevamos control de lo que aplica cada productor. Por ejemplo, nos aseguramos que luego de ciertos períodos éstos no usen agroquímicos bandas rojas”.
