Copa llena, corazón feliz

Recientes estudios e investigaciones prueban no sólo los efectos terapéuticos del fruto de la vid, sino su implicación directa para combatir el sobrepeso, eliminar las arrugas y propiciar la longevidad.

Recientes estudios e investigaciones prueban no sólo los efectos terapéuticos del fruto de la vid, sino su implicación directa para combatir el sobrepeso, eliminar las arrugas y propiciar la longevidad. “Cada día que pasa se confirman y reconfirman todas las bondades del consumo moderado de vino”, comenta Raúl Rodríguez, gerente de programas de lealtad de Vinos S.A. “Excelentes noticias para los que amamos esta bebida, pero también para todo aquel que recién la descubre”, afirma.

Varios estudios científicos han demostrado que tomar una copa de vino tinto al día mejora la salud cardiovascular, porque las propiedades antioxidantes de la bebida mantienen limpias las arterias. Puntualmente, una investigación de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Estados Unidos, asegura que beber una o dos copas diarias reduce el riesgo de infartos. Sin embargo, sobrepasar la cantidad recomendada (30 gramos diarios) puede dañar el corazón, el hígado y el cerebro.

Otro estudio, de la Universidad Louis Pasteur de Estramburgo, también lo confirma destacando su alto contenido de polifenoles, que activa las células endoteliales.  Y cuando estas se estimulan, producen óxido nítrico, que favorece una mejor circulación y estado de los vasos sanguíneos. Sin embargo, los autores advierten que no todas las cepas son iguales, por lo tanto, sólo algunas tienen una cantidad suficiente de polifenoles para desempeñar un papel cardioprotector.

Según un estudio realizado conjuntamente por el Instituto Superior de Salud de Italia, la  Universidad de Roma y el Consejo Nacional de Investigación, una molécula tanto del vino tinto como del blanco tienen la capacidad de  impedir que el virus de la gripe mute. También, de acuerdo a la  Universidad de Buffalo, en Estados Unidos, las personas que beben con regularidad vino blanco tienen pulmones más sanos que quienes no lo beben.

Freno contra el Alzheimer

Hace unos años, la Academia China de las Ciencias demostró que el vino tinto podría utilizarse en tratamientos para prevenir la diabetes, porque mejora la sensibilidad a la insulina. Mientras que son varios los expertos e instituciones que han demostrado que beber  dos vasos de vino tinto al día ayuda a evitar enfermedades como el  Alzheimer y Parkinson, así como el colesterol.

“El consumo de vino aumenta los niveles de lipoproteína de alta densidad, que es un importante protector cardiovascular que evita también el daño cerebral, un factor incidente en la pérdida de la memoria”, comenta Raúl Rodríguez, ejecutivo de Vinos S.A. y La Enoteca.

Las personas que consumen vino moderadamente tienden a comer alimentos más sanos. Según un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública de Copenhague y publicado en la revista médica danesa Ugeskrift for Laeger, los consumidores constantes del fruto de la vid tienden a comer más frutas, verduras y pescado, y  rara vez consumen grasas saturadas, en comparación con los aficionados a otro tipo de bebidas, como la cerveza.

Es probable que hayamos escuchado en repetidas ocasiones lo saludable que es beber una copa de vino todos los días.  Sabíamos que actuaba como un gran depurativo de la sangre y que jugaba un rol importante en la digestión, entre otras cualidades. Sin embargo, ahora los científicos nos sorprenden con la grata noticia de que beber vino ayuda a evitar el aumento de peso.

Los nuevos estudios han revelado que el vino puede mantener nuestro peso bajo control, eso sí, tomándolo con moderación, una o dos copas al día.

No engorda

Una de las razones, dicen los médicos, por las que el vino contribuye a tener un peso saludable es que la digestión del alcohol impulsa al organismo a quemar calorías. Algunos estudios sugieren que beber con moderación protege del peso que se acumula en el vientre y  en la cintura, comparadas con quienes no ingieren ni una copa.

Según una revisión de datos del National Center for Health Satatics, de Estados Unidos, 118 ml de vino tinto o blanco (hasta 20 copas al mes) parece lo mejor, más no es recomendable. Esas gotas extras de vino añaden centímetros, encontró un estudio danés, mientras que otras investigaciones responsabilizan a ciertas bebidas, como la cerveza.

En fin, un vaso de vino tinto te aporta unas 75 calorías (el rosado y el blanco algo más) y una cerveza 95 calorías.

Ahora,  ya que sabes las propiedades de cada vino ¿cual de todos eligirás para complacer  tu paladar?

Vida larga y lozana

No solo es apasionante y seductor, el vino puede hacer que vivamos… ¡casi cuatro años más y más bellos!, de acuerdo a una investigación llevada a cabo por la Universidad de Wageningen y el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de Holanda.

Mientras que otros estudios prueban que consumirlo con moderación resulta un efectivo antiarrugas, gracias al alto contenido de taninos y cinc. Y, por supuesto, a  los polifenoles, antioxidantes presentes en las uvas, que dan elasticidad a la piel y la protegen contra el envejecimiento, porque impiden la oxidación. Por último, evitan la descomposición del colágeno, preservando la elasticidad y firmeza de los tejidos.

Una bodega-botiquín infalible

Seña 2006:
Primer vino chileno que  rompe la barrera de los noventa puntos (95).
Cheval des Andes 2006:
Vino ícono nacido del “joint venture” entre Terrazas de los Andes y el famoso Saint Emilion Château Cheval Blanc de Argentina, cuenta con una calificación de 96 puntos.   
Valduero Gran Reserva 2001:
Se trata del vino Gran Reserva de la Ribera del Duero mayor puntuado por el famoso Robert Parker.
Colomé Torrontés 2010:
Vino blanco de uva autóctona argentina. De intensas notas aromáticas de frutas de árbol, cítricas y rosas, es fresco y largo en boca. La revista Wine Spectator le otorgó 87 puntos.

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