La muerte de Rafael Corporán de los Santos entristece a todos. Un trabajador incansable, que supo enfrentar un medio hostil para abrirse camino, desde sus primeros años. Palmo a palmo fue alcanzando metas, hasta convertirse en una de las figuras más populares de la ciudad de Santo Domingo.
Su primer propósito de vida, la locución, fue el medio que le permitió llegar a la gente y desde sus programas hizo empatía con las capas más vulnerables de la población. “Gozando con Producciones Corporán”, en la radio, lo catapultó a la cima, y con ese programa trascendió a otro plano: empresario radial e impresor.
Cuando entendió que había jugado el papel de la época en la radio, entonces optó por la televisión, donde se estableció con “Sábado de Corporán”, un éxito de audiencia. Corporán tendrá que ser reconocido como un verdadero emprendedor que trabajaba con la divisa puesta en la gente y desde esa visión se convirtió en una agencia de servicio social.
Primero en la radio y luego en la televisión, Corporán ayudaba a las personas con servicios de salud, con una unidad que ahora bien podría ser reconocida como de “atención primaria”. Cientos de personas eran asistidas en los barrios. Esos operativos contribuían a detectar problemas serios de salud en muchas personas que posteriormente eran internadas por su mediación.
Eran programas sociales mediante los cuales se regalaba alimentos, efectos electrodomésticos, canastillas para parturientas, e incluso dinero. Esa vocación le permitió a Corporán irrumpir en la política, a través de la cual sirvió con igual temperamento, desde el ayuntamiento de la Capital, como síndico, cargo al que ascendió en 1990.
Y todo lo hacía con alegría y extraordinario sentido del humor, en todos los escenarios. Y no sólo de cara al público. Aún en la cotidianidad laboral interactuaba graciosamente con sus colaboradores.
Ahora que Corporán ha muerto, nuestro pesar, a familiares y amigos de siempre.
Descanse en paz, Viejo Corpo.