El reciente asesinato de un hombre en la emergencia de una clínica privada de Los Mameyes, puso sobre el tapete el tema de la seguridad en estos centros.
Las agresiones a pacientes no son tan inusuales como algunos pudieran pensar. Así lo afirma el doctor Antonio Cruz Jiminián, director de la clínica que lleva su nombre.
Explica que aunque no siempre salen a la luz pública, son muchos los casos en los que algunos heridos son perseguidos hasta donde reciben atenciones médicas.
El galeno dice saber lo que habla, pues dirige una clínica ubicada en el corazón de Cristo Rey y cercana a La Zurza, Capotillo y otros sectores de la parte alta de Santo domingo.
Cuenta Cruz Jiminián que hace unos meses una turba penetró en la Emergencia, y tras advertirle que el problema no era con el galeno, sacaron al paciente hasta el parqueo, donde lo ultimaron a tiros.
«El otro día aquí se armó un titingó… a veces vienen con ametralladoras, granadas…hasta el policía salió huyendo.» Dijo al referirse al agente policial que presta servicio en la entrada de la clínica.
Para reforzar la seguridad, se han instalado cámaras y puertas de hierros en la emergencia, el ascensor, la escalera que comunica al área de internamiento y otras zonas.
Aunque la inseguridad no es exclusiva de las clínicas de los barrios, según cuenta este médico. Cruz Jiminián revela que conoce casos ocurridos en clínicas ubicadas en zonas de clase media y alta «en esas grandes, en la avenida Independencia. Lo que pasa es que nadie habla sobre eso,» enfatiza.
La clínica Cruz Jiminián también es víctima frecuente de aquellos a quienes presta servicios: de sus habitaciones han desaparecido inodoros, lavamanos, televisores, colchones, sábanas.
«El otro día compramos un plasma lindísimo y lo colocamos en una habitación…lo amararraron con una soga y lo bajaron a través de una ventana, desde el cuarto piso», cuenta impotente.
