Cualidades de una niñera

No existe nada más apreciado que un hijo para un padre; por ello, cuidar de la integridad física y emocional del mismo (del hijo o hija) es una de las prioridades de todo progenitor.

No existe nada más apreciado que un hijo para un padre; por ello, cuidar de la integridad física y emocional del mismo (del hijo o hija) es una de las prioridades de todo progenitor. Una situación muy común en estos tiempos es el hecho de que debido a las responsabilidades económicas, la función de ser el único proveedor ya no recaiga en manos del hombre, ahora, la mujer también ha tenido que salir a buscar el pan de cada día. Esto trae como consecuencia  que los padres tengan que buscar de una persona para que los ayude a cuidar de sus crías cuando ellos no estén en casa: una niñera.

Pero… ¿Cómo saber que están haciendo lo correcto? ¿Qué cualidades debe tener la persona que los cuidará? ¿Qué tipo de persona se debe elegir? Son solo algunas de las interrogantes que pueden surgir en torno al tema.

Rosalba Gautreaux, psicóloga escolar y neuro psicopedagoga del desarrollo, comenta que entre los aspectos que los padres deben tomar en cuanta al momento de seleccionar una niñera o “nana” se encuentra el que deben focalizarse en contratar a una persona que favorezca el desarrollo integral de el o los niños.

“Debemos centrarnos en la idea de que la niñera es una persona que pasará mucho tiempo con nuestros hijos y que de una manera u otra va a incidir en la vida de ellos, en cuanto a su cultura, costumbres y preferencias; por lo que debemos procurar que sea una persona que tenga unas características con las cuales no estemos en desacuerdo, ya sea por su ideología, creencias o diferencia cultural”, detalla Gautreaux, especialista en educación inicial, estimulación temprana y dificultades en el aprendizaje.

Lo que debes tomar en cuenta

Además de ser pulcra (es decir, higiénica), tener disponibilidad y “sangre” para entender a los niños, la futura “nana” debe reunir otros requisitos; como por ejemplo, manejar aspectos higiénicos básicos, ya que según explica la experta, “nadie que no los tenga podrá reforzar el aprendizaje en nuestros hijos sobre esto”.

Agrega que, “debe ser una persona amable, con buenos tratos de cortesía y sensible. De preferencia que tenga hijos, ya que podría tener el sentido materno más desarrollado. También cuenta la edad, es aconsejable que mientras más pequeños los niños la persona que los cuide debe ser más joven, pues estos demandan mayor fuerza física. Además de ser una persona con alto grado de responsabilidad y con un mínimo de entrenamiento en primeros auxilios para poder manejar cualquier eventualidad”.

En algunas ocasiones el niño o niña puede rechazar a la persona que se integra a la rutina familiar, y muchas veces los padres no toman esto como un llamado de atención. Esto no debes tomarlo a la ligera, ya que según Gautreaux puede haber algo más que una “simple ñoñería”.

“Cuando los niños se resisten a la niñera los padres deben observar el porqué del rechazo, y concienciar a la nueva niñera de la forma que el niño está acostumbrado a ser tratado. Se le debe explicar (a la nana) que se confía en ella para logre vincularse de forma apropiada con el niño, y al  infante se le debe razonar sobre a qué se debe la presencia de esta persona en el hogar, lo que servirá también como reforzador para cuando tenga que enfrentarse a otro nuevo cambio”, dice.

Errores comunes

Muchas veces se tiende a contratar a la primera persona disponible para cumplir la función de niñera, pero esto no es recomendable. Hacerlo puede traer consecuencias graves.

Gautreaux recomienda en estos casos mantener la calma, ya que es un momento en la que se debe crear una red de apoyo para observar a la niñera.

¿Cómo hacerlo? Pues integrando a los abuelos, tíos  o vecinos de confianza, que puedan contribuir con el proceso de adaptación del niño y su seguridad. “Se debe evitar, que por no tomarnos el tiempo de observar, que se abuse de la integridad de nuestros niños”, comenta.

“Para escoge a la nana debe darse un periodo en el cual podremos lograr como objetivo principal llegar a tener plena confianza con esta persona, ya que le estamos dejando el tesoro más grande, por el que luchamos, nos levantamos, nos superamos: la vida de nuestros hijos y sus patrones de crianza. Procuremos escoger personas con las cuales podamos establecer una buena comunicación desde el principio”, concluye Gautreaux.

Otros aspectos a tomar en cuenta

La “nana” debe tener cierto grado de educación, por lo menos  debe estar alfabetizada, ya que debe saber leer los prescritos de las medicaciones, podría gestionar que el niño en sus primeros años de vida cree los hábitos de estudio monitoreando que se siente a hacer las tareas; y en el aspecto humano debe estar instruida en ser tolerante a las diferencias y a entender que ese niño no es parte de su familia pero debe ser tratado como tal respetando sus normas y costumbres.

Tiempo
El período de observación que deben tener los padres después de haber elegido a la niñera dependerá de la edad del niño, mientras más pequeño más supervisión debe tener. Pero una semana aproximadamente es un buen tiempo para saber si las cosas pueden funcionar.

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