Es más que lastimero el escenario que estamos presenciando en estos días. Enormes vallas, a todo color, “fotoshop” incluido, exhibiendo rostros de funcionarios gubernamentales con meses en el cargo en un gobierno de apenas un año anunciando a los cuatro vientos sus aspiraciones a la presidencia de la República.
Con seis meses en el cargo, algunos funcionarios de este gobierno ya dejaban ver públicamente sus aspiraciones a ser precandidatos presidenciales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para las elecciones del 2016.
¡Por Dios! La cabeza nos sirve para algo más que hacer equilibrio. ¿No piensan estos flamantes funcionarios que el pueblo percibe su descaro? ¿O piensan que somos tan estúpidos para creernos que quieren llegar a la Presidencia del país para resolver los problemas?
Si fuera esa su verdadera voluntad, es este el preciso momento de demostrarlo desde las funciones que desempeñan. Por algo el presidente Danilo Medina los designó en las instituciones que dirigen. Un presidente que insiste en recordarnos que quiere hacer un gobierno diferente, con funcionarios desesperados por llegar a la presidencia del país no creo que logre sus objetivos.
Si estos flamantes funcionarios tuvieran decoro y respeto por la población, renunciarían a las posiciones que ostentan y dejarían disponible ese espacio para que Medina designe a personas que de verdad deseen ayudarlo a hacer “lo que nunca se ha hecho”.
Si yo fuera Danilo, les daría licencia a todos esos que aspiran a la presidencia en el 2016, pero sin disfrute de sueldo. Desde ya. Que ocupen su tiempo en hacer todo lo que necesitarán para “entronarse” en la silla presidencial pero sin los beneficios que aportan esas posiciones que ocupan desde donde descaradamente anuncian sus aspiraciones presidenciales. Qué osados son estos funcionarios. Qué falta de tacto exhiben. Qué vergüenza. Qué barbaros.
¿No les parece demasiado rápido para estar ventilando sus aspiraciones? ¿Acaso les sobra tiempo y recursos para desde ya estar en campaña?
Por ley deberían prohibirse estas acciones extemporáneas y fijar una fecha, próxima a las elecciones. Los ciudadanos necesitamos un respiro y el presidente requiere de funcionarios que se concentren en el manejo de la cosa pública para lo cual se les asignó una posición en este gobierno que apenas tiene un año.
Un funcionario que desde ya hace campaña no vacilará en utilizar su puesto, los recursos que maneja y su tiempo para lograr ese que es “su” objetivo. Rodeado de buitres está el presidente.
No lo envidio.
