El Distrito Nacional dejó de ser el centro de las migraciones internas

Después de la caída de la dictadura, en 1961, la zona metropolitana se convirtió en un polo de atracción para emigrantes de las comunidades rurales dominicanas que buscaban mejores oportunidades.

Después de la caída de la dictadura, en 1961, la zona metropolitana se convirtió en un polo de atracción para emigrantes de las comunidades rurales dominicanas que buscaban mejores oportunidades.Hoy día, el Distrito Nacional es la demarcación con la mayor densidad poblacional del país y junto a la provincia Santo Domingo concentran más de tres millones de habitantes. Esto representa más del 30 % de la población total del país.

Y es que la concentración de la inversión tanto pública como privada y la disponibilidad de los servicios básicos constituyen un imán para la migración interna. No solo el centro de la ciudad fue ocupado, también sus periferias, donde los precios de acceso a la vivienda son más asequibles.

En los últimos años, está ocurriendo lo que en urbanismo llaman conurbación, esto es, el crecimiento desde la zona céntrica hacia otras áreas urbanas hasta formar un todo.

Urbanistas de la estirpe de Erick Dorrejo y Omar Rancier coinciden en que la ciudad se está expandiendo hacia el Este. Esa franja comprendida desde el casco urbano hasta el Aeropuerto Internacional de Las Américas.

Ambos atribuyen esta situación al alto costo de los terrenos en el Distrito Nacional y a la dificultad para adquirir una vivienda. Explican que la gente está buscando viviendas económicas y cercanas a donde están las oportunidades.

Dorrejo augura que en los próximos 10 años, este crecimiento continuará hacia Santo Domingo Este y Boca Chica. Explica que en todas las ciudades, el mayor crecimiento se genera en el tramo comprendido desde su capital hacia los aeropuertos.

Los urbanistas consideran que la inversión del Estado en el proyecto habitacional Ciudad Juan Bosch, en Santo Domingo Este, incentivará aún más este crecimiento. Dorrejo hace el siguiente cálculo: “De las 25 mil familias que albergará el proyecto, si cada familia tuviera cuatro miembros, se trata de un crecimiento de 100 mil personas”.

A estos se le suma el desarrollo inmobiliario privado que está experimentando Santo Domingo Este, municipio más poblado del Gran Santo Domingo con una población de 948 mil 885 personas.

Explica que en la década de los 90, la ciudad empezó a expandirse hacia el este y el norte. Más tarde, esta migración fue incentivada con la ley 163 -01 que crea la provincia Santo Domingo.

Otro punto que facilita la movilidad hacia la también llamada Zona Oriental, según destaca Dorrejo, es el sistema de conexión de infraestructura vial: como las autopista de Las Américas, San Isidro y la avenida Charles de Gaulle.

Este crecimiento poblacional se manifiesta diariamente en un denso flujo vehicular en los puentes que conectan al Distrito con Santo Domingo Este. Estos son: Juan Bosch, Juan Pablo Duarte, el Flotante, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella.

Dorrejo explica que zonas como Santo Domingo Oeste, Los Alcarrizos y Bajos de Haina están muy saturadas y con pocas posibilidades de crecimiento habitacional.

Dijo que aunque Santo Domingo Norte cuanta con un sistema de transporte efectivo (El Metro), aún no es atractivo.

Migraciones peligrosas

Lo expertos en temas urbanísticos ven con preocupación la informalidad de estas migraciones, sobre todo en lugares de alta vulnerabilidad, incentivada a su juicio, por la ausencia de controles del Estado.

“Esto también es un factor de crecimiento informal y no regulado de la ciudad que está generando problemas para el Estado en el tema de la apropiación de terrenos. Esa informalidad viene de esa emigración”, sostiene Dorrejo.

Asimismo, deplora que zonas cercanas a ríos y cañadas de la parte norte del Distrito Nacional y los municipios Santo Domingo Norte, Santo Domingo Este y Guerra estén siendo ocupadas.

El “Informe Nacional sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible en la República Dominicana, 2015”, presentado en la cumbre mundial Hábitat III, celebrada en Quito, Ecuador, el pasado octubre, destaca que el crecimiento económico registrado en las últimas décadas ha sido desigual en las regiones, propiciando la movilidad interna campo-ciudad, principalmente en las dos ciudades más densificadas: el Gran Santo Domingo y Santiago.

Hacia una ciudad más compacta

Los urbanista Dorrejo y Rancier consideran que la ciudad debe ser repensada y orientada hacia un modelo más participativo y sostenible. En ese sentido, Dorrejo exhortó a los ayuntamientos a reflexionar sobre el tipo de ciudad que quieren. “Queremos una ciudad concentrada en edificios, donde los servicios no tengan que expandirse tanto, o queremos una ciudad de baja altura y dispersa”, se pregunta.

Explica que mientras más se expanda la ciudad, al Estado le será más costoso mantener la efectividad de los servicios públicos. Sugiere ordenar el territorio a través de planes que definan los límites de las zonas urbanas.

Mientras, Rancier platea un concepto de ciudad con crecimiento hacia las zonas con mayor disponibilidad de servicios. “Nosotros tenemos estudios, planes y proyectos formulados, lo que ha faltado es que se lleven a cabo”, sugiere el experto.

Rancier es de los que piensan que uno de los elementos que generan calidad de vida es lograr una ciudad compacta. “Nosotros somos todo lo contrario, somos una ciudad desparramada, que ha tenido un crecimiento descontrolado, pero que todavía tiene la oportunidad de establecer sus límites urbanos y normativas”, puntualizó. 

La vicepresidenta de la Asociación de Constructores y Promotores de Viviendas, (ACOPROVI), arquitecta María Gatón, dijo que la entidad siempre  ha abogado por la reurbanización de la ciudad. Propuso redensificar en altura sectores como Villa Juana, Villa Francisca, Villas Agrícolas y Villa Consuelo. “La ciudad hay que volverla a repensar. Hay que estructurarla nuevamente. Si seguimos con ese crecimiento horizontal, realmente el costo de los servicios y la contaminación ambiental serán muy alto”. Explicó que el crecimiento hacia el este y oeste va constituyendo una megalópolis, es decir una ciudad abierta. A su entender, la ciudad también está creciendo hacia el norte. Consideró que esta debe abandonar el modelo horizontal e inclinarse a lo compacto.  

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