BARAHONA. Los barahoneros están de acuerdo que cuando los pueblos avanzan hacia la modernidad se hace necesario destruir algunas obras que ya han cumplido su ciclo de vida.
No obstante, reconocen que hay obras con grandes valores históricos y culturales, a las que en vez de demoler para dar paso a construcciones modernas, hay que rescatar y restaurar por ser patrimonio local y de la humanidad.
Este es el caso de la vieja casona, que estaba ubicada en la calle María Trinidad Sánchez esquina Jaime Mota, en la cual se alojó el prócer cubano José Martí, el 20 de septiembre de 1892, cuando visitó esta ciudad, que pese a ser una reliquia histórica de los barahoneros fue demolida por los dueños del Hotel Gran Barahona para dar paso a un parqueo cerrado de vehículos de ese negocio.
Se recuerda que en esa ocasión, el Apóstol de la Libertad de Cuba llegó a Barahona desde Santo Domingo en el velero “Lépido”, quien tras ser recibido por el gobernador de la provincia en ese entonces, Carlos Alberto Mota, y otras autoridades y destacados munícipes, se alojó en la referida casona, propiedad del general José Dolores Matos.
Martí visitó esta ciudad sureña con el objetivo de dar a conocer la situación que vivía su país y la necesidad de obtener recursos económicos y armas para su nación que luchaba por su independencia.
Al día siguiente, antes de seguir viaje a Jacmel, Haití, y de allí a Jamaica, el prócer cubano envió dos cartas a Federico Henríquez y Carvajal, donde entre otras cosas, le dijo «estoy agradecido por la solidaridad de los dominicanos con Cuba»
Desde hacía muchos años los barahoneros, que consideraban la casa como un monumento histórico, venían reclamando de las autoridades gubernamentales y municipales que la restauraran para el 20 de septiembre de cada año, recordar y honrar tan grande acontecimiento, pero éstas nunca hicieron caso al respecto
A pesar de los reclamos, la casa fue destruida y levantado el referido parqueo de vehículos, el cual está ubicado frente al Hotel Gran Barahona.
«La destrucción de esta vivienda constituyó un golpe mortal para nosotros, debido a que nos dejaron sin uno de los grandes valores culturales e históricos con que contábamos», comentaron comunitarios.
