Lo hizo en campaña, desapareció en la transición, y ahora su protagonismo es absoluto. El presidente Danilo Medina asumió el cargo en una época donde la información y la comunicación son 2.0, y las redes sociales el centro de todo movimiento político y social.
En pleno crecimiento a nivel mundial, República Dominicana no está ajena al fenómeno de las redes sociales, enmarcada por una conexión a Internet que supera los cuatro millones de personas, de las cuales dos millones están conectadas a Facebook, de acuerdo a datos ofrecidos por el Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel) y Socialbakers.
Los datos en Twitter parecen ser poco claros, pero su crecimiento es innegable, algo que el debate político, el despliegue de los candidatos en campaña y los mensajes emitidos diariamente en esa plataforma, hablan de un camino sin retorno para esta red social en el país.
Medina llega a la presidencia con 70 mil seguidores en Twitter y 257 mil fans en Facebook, números que definitivamente impactaron en las elecciones recién pasadas, gracias a la segmentación de público que se construyó, la identificación con la juventud y proyectos simbólicos como “Ponte pa’ tu país”.
El Presidente no estará solo. Lo acompaña la vicepresidente Margarita Cedeño, quien es la política más seguida del país, con 113 mil seguidores y cerca de 30 mil fans en Facebook, una marca que se refleja en los comentarios que provoca la Primera Dama al emitir un mensaje por las plataformas virtuales.
La estrategia en cuanto a periodicidad, protagonismo y presencia/ausencia tanto de Medina como de Cedeño, será fundamental para trasladar el rol de cada uno en redes sociales y en su despliegue comunicacional 2.0, un pilar que de seguro será vital en la gestión 2012-2016.
No puede quedar relegada la primera dama, Candy Montilla, con el carácter social que implica el despacho que estará a su cargo, por lo que su aparición en redes sociales deberá ser un tema preponderante al interior de su equipo estratégico.
A la Primera Dama se suma la familia presidencial, que pasa automáticamente a ser ojo de la crítica y de cualquier movimiento, por lo que un plan establecido de comunicación y las posibles formas de actuar ante una crisis o situación particular, resultará clave para que en el ámbito familiar del presidente no surja una problemática que afecte su imagen y popularidad.
A nivel institucional, la apertura y posicionamiento de las cuentas oficiales ya quedó en el pasado. Lo que viene es la consolidación, una estrategia definida y la especificación de cada red social utilizada por el Gobierno en todos sus frentes, para que la ciudadanía se informe, tenga un acceso sencillo y eficaz, y sobre todo, el gobierno dominicano se suba al “barco” de la apertura y transparencia en materia de comunicación.
Los ministros son otro tema que no se puede quedar en la improvisación. El manejo online debe ser un discurso alineado que permita a los usuarios de Internet y redes sociales informarse, interactuar y acceder a datos específicos de cada ministerio con su respectivo ministro de Estado, para lograr una consonancia entre los funcionarios y la población, oportunidad que nunca había tenido tanta ayuda de la tecnología.
Desafío 2.0 para el presidente Danilo Medina, que ejercerá el poder en un momento clave, no solo de transición comunicacional, sino a las puertas de una era que nunca termina de evolucionar.
