El personal médico, de enfermería y administrativo comenzó ayer en la mañana a desmantelar las instalaciones del hospital general Luis Eduardo Aybar.Los pasillos del emblemático hospital lucían ayer casi vacíos, el área de emergencia amaneció clausurada y su puerta con cadena y candado, mientras que de la mayoría de los consultorios estaban removiendo los equipos y los médicos recogiendo sus pertenencias.
Personal de salud dijo que muchas de las salas de internamiento ya estaban vacías debido a que desde ayer tarde los pacientes comenzaron a ser trasladados a otros centros de salud y los que estaban en condiciones de recibir la de alta fueron enviados a sus respectivas viviendas.
Fue el caso de la señora Ana Florentino de Pérez, residente en Los Mina, que luego de 10 días interna por problemas respiratorios la mandaron a su casa y su expediente fue remitido al hospital Moscoso Puello para que sea atendida allí.
Mientras que José Luciano, que se identificó como dirigente de la Junta de Vecinos del barrio Los Guandules, denunció que desde el martes en la tarde se comenzó a trasladar a los pacientes a distintos centros de salud sin avisarles a sus familiares, como fue su caso.
Algunos empleados no escondía el malestar que les causaba el tener que recoger sus pertenencias y abandonar el lugar donde han trabajado hasta por 20 años o más, pero sobre todo porque alegan que no saben si al concluir la nueva edificación volverán a ocupar sus puestos de trabajo.
Al respecto, las autoridades dispusieron que el departamento de Recursos Humanos del hospital Luis Eduardo Aybar funcione temporalmente en la calle Barahona esquina avenida 27 de Febrero, mismo lugar donde funcionaba un local del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Allí deben dirigirse los empleados para ser informados en cuál centro de salud fueron reubicados.
De acuerdo con lo dicho el martes por el director de la Regional Metropolitana de Salud, doctor Félix Hernández, entre los días 15 y 20 de este mes el hospital debe estar completamente desocupado.
Lo entregan el 20
Las autoridades planean entregar el edificio a la Oficina Supervisora de Obras del Estado, que construirá el nuevo centro.
Mientras, algunas personas que desconocían que el hospital dejaría de prestar servicios a partir de ayer acudieron a hacer citas o a consultarse sobre distintos tipos de dolencia.
Luz María Santiago, residente en el kilómetro 9 de la carretera Sánchez, dijo que tenía una cita para el día de ayer, la cual había sido pautada hace más de dos meses, pero que nadie podía decirle a cuál hospital debía dirigirse.
“Tengo un problema en el estómago y me tenían que evaluar para saber si me operaban o no, pero ahora estoy en el aire porque no sé adónde dirigirme a chequearme”, apuntó.
