Devers, un diamante que se pule cada día

Los avioncitos o carros no fueron parte de sus juguetes en los primeros años de su infancia. Al tener conciencia, los primeros juegos de Rafael Devers fueron un bate, una pelota y un guante. Y apenas cumplió los seis años de edad, ya jugaba en…

Los avioncitos o carros no fueron parte de sus juguetes en los primeros años de su infancia. Al tener conciencia, los primeros juegos de Rafael Devers fueron un bate, una pelota y un guante. Y apenas cumplió los seis años de edad, ya jugaba en las pequeñas ligas.

Rafael Devers padre se dio cuenta de que había nacido un jugador que posiblemente un día llegaría a Grandes Ligas. “Mi inspiración es mi padre y yo quiero cumplirle esa meta de llegar a Grandes Ligas”, afirmó Devers, quien se convirtió este año en el segundo jugador más joven en participar en el juego de Futuras Estrellas, celebrado en Cincinnati.

El novato de los Leones del Escogido tiene 19 años, pero el gran talento, la madurez, la confianza y la seguridad de lo que quiere lograr en el futuro, no reflejan su edad. Devers ha acaparado todas las miradas de scouts, instructores de bateo y hasta de dirigentes. “Su atención a todos los detalles y su entusiasmo para trabajar en mejorar cada día es lo que más impresiona de él, siendo un jugador tan joven y en el nivel que está desempeñándose”, dijo a la prensa Darren Fenster, dirigente de Greenville, sucursal Clase A Avanzada de los Medias Rojas de Boston.

Y es que muchos escuchas lo consideran el bateador zurdo más avanzado en el mercado internacional. Su swing es compacto y rápido.

El progreso de Devers ha sido vertiginoso dentro de los circuitos minoritarios. Firmado a los 16 años, los Medias Rojas bañaron en dólares a Devers con la suma de 1.5 millones. “No, eso no me desenfocó. Soy un pelotero más. Cuando me llegó el bono, lo primero que hice fue la casa de mis padres”, expresó Devers, quien desde niño admira al quisqueyano Robinson Canó. “Lo he visto, pero nunca he conversado con él”, apuntó con una sonrisa en sus labios que esboza a un novel jugador que añora compartir con su ídolo. “Espero algún día tener la oportunidad de conversar con él (Robinson Canó)”.

Devers jugó su segunda temporada completa como profesional en una liga en la que es de tres años y medio más joven que su competencia. Bateó .288 con 11 vuelacercas y 70 impulsadas en 115 juegos a nivel de Clase A Avanzada. “Fue lo primero que me enseñó mi padre, a batear”, destacó el antesalista. “Siempre he trabajado fuerte, trato de dar lo mejor. En mi bateo nunca me he descuidado”.

Novato del Escogido

Es por eso que está en su primer año con los Leones, y a pesar batear para 27-7 (.259) en lo que lleva de temporada, confía en que, tal y como pasó en Estados Unidos, logrará ajustarse y empezar a repartir imparables para contribuir con su equipo. “El primer día, estuve un poco nervioso, muchas emociones con mis familiares ahí, pero confío en mí, voy a dar lo mejor de mí aquí en los Leones”, declaró.

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