Hace ya 13 años desde que las luces se apagaron en la Ciudad de Nueva York y se derrumbaron las grandes torres. Casi 3,000 personas inocentes murieron en Nueva York, Washington y Pennsylvania ese terrible día como resultado de ese horrendo acto de terrorismo; musulmanes, cristianos y judíos; hombres, mujeres y niños; bomberos y policías, y personas oriundas de 90 países, incluyendo más de 40 dominicanos. Los Estados Unidos jamás olvidarán la solidaridad y las expresiones de condolencias recibidas de la comunidad mundial, incluyendo la República Dominicana, luego de este monstruoso evento.
Hoy es un buen día para reflexionar sobre lo lejos que hemos llegado y también sobre lo lejos que tenemos que llegar para combatir el flagelo del terrorismo internacional. Afortunadamente, desde la tragedia, la Ciudad de Nueva York ha atravesado por un verdadero renacimiento, exhibiendo una dinámica economía representada por la construcción de la nueva Torre de la Libertad, levantada en el lugar donde una vez se levantaban las gigantescas torres.
Los Estados Unidos también ha experimentado una recuperación con la mejoría de su economía y una tasa de desempleo en descenso. Hemos visto un auge en la producción de gas natural limpio y la inversión de miles de millones en tecnología solar y de viento, reduciendo así nuestra dependencia en las importaciones petroleras al mismo tiempo que se ha estado construyendo una red energética más limpia. Los principales líderes de las organizaciones terroristas han sido llevados a la justicia y el mundo se ha tornado más vigilante en la protección de sus ciudadanos. El recientemente inaugurado Memorial del 11 de Septiembre, construido en los terrenos del viejo World Trade Center sirve como un permanente recordatorio del compromiso de nuestra nación de jamás olvidar el pasado, pero también de recibir la inspiración necesaria para cumplir con los retos del futuro.
Desgraciadamente, uno solamente tiene que leer los titulares que aparecen a diario para saber que no podemos descansar. La agresiva campaña de terror que lleva a cabo el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) es un recordatorio de que todavía queda mucho por hacer. El Presidente Obama recientemente dijo: “Nuestro objetivo es claro, de degradar y destruir a ISIS para que ya no sea una amenaza, no sólo para Irak, como tampoco para la región y el mundo”. El Secretario de Estado John Kerry, en un reciente artículo publicado por The New York Times, hizo un llamado para llevar a cabo un esfuerzo de colaboración global con fines de enfrentar el terrorismo internacional. “Para derrotar el terror, necesitamos la ayuda del mundo…En una región polarizada y un mundo complicado, ISIS representa una amenaza unificadora para una amplia gama de países, incluyendo los Estados Unidos. Lo que se necesita para confrontar su visión nihilista y agenda genocida es una coalición global que utilice herramientas políticas, humanitarias, económicas, de seguridad e inteligencia para apoyar las fuerzas militares. Continuaremos construyendo una amplia coalición y seguiremos destacando el peligro que representan los terroristas internacionales, incluyendo aquellos que se han unido a ISIS”.
Una vez más, reflexionamos sobre lo que representa este trágico día, y recordamos la importancia de mantener una vigilancia constante para confrontar el extremismo, no importa donde surja. El no hacerlo invitará nuevos actos terroristas similares a los ocurridos el 11 de septiembre. Confío en que los pueblos libres y democráticos alrededor del mundo continuarán retando la intolerancia y seguirán enarbolando los derechos humanos, la libertad y la igualdad, un verdadero anatema para aquellos que promueven el odio.
