Es la Asamblea General de la OEA la que debe pedir disculpas formales a la República Dominicana por el papel jugado por el organismo en la validación de la ocupación militar de 1965.El planteamiento lo hicieron ayer el escritor y ensayista Andrés L. Mateo y el presidente de la Comisión Nacional de los derechos Humanos (CNDH), Manuel María Mercedes, quienes observaron que las declaraciones de Luis Almagro, secretario general de la OEA, fue un “Mea culpa” a título personal.
De acuerdo con Mateo “lo extraño de mea culpa es que se da en una coyuntura en la que se mezclan problemas de inmigración con las decisiones de un organismo internacional como la OEA y que se transmiten por la vía de un gesto personal de disculpa, cuando debía ser institucional a través de una resolución de la asamblea”.
Al referirse a las declaraciones de Almagro durante la apertura de la Segunda Asamblea de la Asociación Mundial de Órganos Electorales (Aweb), el presidente de la CNDH, Manuel María Mercedes, también expresó que el secretario general de la OEA debe llevar su convicción personal al seno de la asamblea del organismo y promover un pronunciamiento oficial al respecto.
“Para nosotros y para el pueblo dominicano indudablemente que satisface el hecho de que por primera vez un secretario general de la OEA reconozca que ese organismo le dio la espalda a las aspiraciones legítimas de democracia y libertad de un pueblo y que se doblegó ante el imperio, y que a los 50 años pida perdón”.
Tolentino Dipp: basta con eso
Mientras que para el historiador y ex secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Hugo Tolentino Dipp, el pedido de perdón de Almagro es sincero, aunque entiende que los países integrantes de la Fuerza Interamericana de Paz (FIP) creada por la OEA también deben disculparse con la República Dominicana.
“Si ninguno de los países que integraron esa fuerza militar desmiente o contradice al señor Almagro, pues entonces hay que asumir que él está hablando a nombre de la OEA”, apuntó Tolentino Dipp.
