Varios diputados calificaron ayer como una falta de respeto y campaña despiadada hacia la República Dominicana, las críticas de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), sobre la aplicación de la sentencia 168-13.El presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, declaró que las reglas que rigen el país deben ser respetadas, incluyendo la Sentencia 168-13, “no importa la campaña despiadada que han iniciado contra el país. Nuestras normas, nuestras reglas deben respetarse”, expresó el funcionario, al tiempo que dijo que cada país del mundo debe respetar la soberanía de los otros.
Expresó que los únicos con capacidad legal y constitucional para definir la nacionalidad dominicana son los dominicanos. Cualquier país, no importa cuál sea no puede dar nacionalidad a nadie ni siquiera en un papel, resaltó Martínez.
“Los dominicanos somos los únicos en capacidad para restablecer las normas de nuestra nacionalidad como lo ha hecho el Tribunal Constitucional”, agregó.
En el mismo tenor, Rudy González, diputado perredeísta, dijo que la República Dominicana es un Estado libre e independiente, por lo que no soportará ninguna presión, “no tenemos que estar oyendo esas voces que tienen un interés distinto al que como nación nosotros tenemos”, apuntó.
De su lado, Henry Merán consideró los comentarios de la CIDH como una falta de respeto, no solo al presidente Danilo Medina, sino al pueblo dominicano.
“No hay país ni sociedad que haya contribuido más y haya respetado más los derechos del pueblo haitiano que la República Dominicana. Y yo creo que eso le debe constar a la CIDH y a la misma sociedad haitiana.
Mientras que el diputado del PRD, Hugo Tolentino Dipp dijo que la vinculación del país con la CIDH es directa, al menos que renuncie a su membresía. “Esto es un caos”, dijo el legislador, quien aseguró que “el Presidente de la República es un prisionero, de un pequeño grupo que ha venido trayendo al PLD a un punto increíble de xenofobia y racismo”.
