Doctor José Miguel Román, ginecólogo

Considerado como uno de los ginecólogos y parteros más experimentados de la primera mitad del siglo  XX. Nació en Santo Domingo en febrero del 1875.

Considerado como uno de los ginecólogos y parteros más experimentados de la primera mitad del siglo  XX. Nació en Santo Domingo en febrero del 1875.Estudió en el Colegio San Luis Gonzaga y luego se inscribió, en 1896, en el Instituto Profesional, recibiendo su título de licenciado en Medicina y Cirugía en noviembre del 1901. Su tesis versó sobre “Contribución al tratamiento de la gastroenteritis en los niños de pecho”.

Obtuvo su exequátur en diciembre del 1901. Se desempeñó como médico municipal en Baní desde 1901 hasta 1909, y luego, hasta el 1930, médico municipal de Santo Domingo.

Fue miembro del Juro Médico desde 1912 al 1916. Adquirió gran experiencia como ginecólogo y tocólogo, junto a los doctores Salvador Gautier y Ramón Báez.

Desde 1929 al 1931 fue ginecólogo partero de la Clínica Mutual Española. Luego fue nombrado jefe de Obstetricia del Hospital Padre Billini y sub director del mismo.

Además, fue el creador de la Sala de Maternidad del Hospital Padre Billini, en donde cosechó grandes logros y éxitos por sus habilidades quirúrgicas. Era especialmente hábil en el uso de los Forceps de Chamberlain. En el quirófano, según relata el doctor Simón de los Santos, se le conocía como “el estilista del forceps”.

Fue miembro prominente de la Asociación Médica Dominicana. presidente del Ayuntamiento de Baní y médico asesor del Tribunal Tutelar de Menores. Era además médico legista. Un hombre dedicado a su profesión, que ejercía con orgullo y con dotes de educador, ya que sus lecciones durante las operaciones cesáreas o los partos difíciles constituían un caudal de enseñanzas para los estudiantes de medicina que acudían a verle manipular los forceps, y observarlo realizar maniobras de rotación interna del producto.

En esa época la cesárea era realmente un último recurso, y los grandes médicos trataban de realizar todas las maniobras necesarias para conseguir que una mala postura del  niño se convirtiera en un parto natural sin complicaciones. Una cualidad a resaltar del doctor Román era su humildad a la hora de afrontar un caso en que no era particularmente experto o no se sentía seguro.

No dudaba en pedir consejo a un colega o referir al paciente a un médico más experimentado. Esta situación que hoy en día nos parece de lo más normal, en aquellos años era muy poco frecuente.

Predicaba con el ejemplo que el paciente es siempre lo más importante y que todos los esfuerzos que se realizaban en beneficio de éste, eran moralmente correctos. En un artículo publicado en el periódico La Opinión expresaba el doctor Simón B. de los Santos: “La historia de la obstetricia dominicana cuenta en el doctor Jose Miguel Román uno de sus valores mas distinguidos y abnegados.

La Habilidad profesional que demostró en esta disciplina médica tan reputado galeno, fue una aplicación esmerada de aptitud y conocimiento profundo de la Tocología. Trabajó con una clientela heterogénea y en ella descolló su experiencia en cúmulo intabulable de éxitos. Centenares de cesáreas, millares de partos, innumerables aplicaciones de forceps y operaciones quirúrgicas variadas. El público supo premiar siempre su auténtica habilidad profesional”.

Estas sentidas palabras reflejaban lo que la Sociedad Dominicana sentía por el doctor Román, ya que su fallecimiento en 1945 fue una gran manifestación de duelo con la presencia en sus funerales en la Catedral de representantes de todos los ámbitos sociales, y en particular de las autoridades de Salud y de la Asociación Médica Dominicana.

Su ejercicio profesional siempre trascendió

La trayectoria profesional del doctor José Miguel Román fue en ascenso constante y desde que inició el ejercicio de la medicina no se detuvo nunca. En 1896 se inscribió en el Instituto Profesional, y en noviembre de 1901  recibió el título de licenciado en Medicina y Cirugía.  En diciembre de ese mismo año recibió su exequátur y hasta el 1909 trabajó como médico municipal en Baní, cargo que también ocupó en Santo Domingo, hasta 1930. Simultáneamente a esas funciones, desde 1929 al 1931 fue ginecólogo partero de la Clínica Mutual Española. Luego fue nombrado jefe de Obstetricia del Hospital Padre Billini y subdirector del mismo.

Experiencia
Adquirió gran experiencia como ginecólogo y tocólogo junto a los doctores Salvador Gautier y Ramon Báez. fue ginecólogo partero de la Clínica Mutual Española”.

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