Francisco Domínguez Brito dijo que la mejor política para generar y desarrollar el empleo es crear y mantener las condiciones para que el sector empresarial invierta.En una presentación titulada “La política laboral” en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio, Domínguez Brito, ministro de Trabajo, explicó que el gran reto del ministerio que dirige es apoyar y potenciar a los sectores económicos de mayor dinamismo y que posean mejores perspectivas de crecimiento y con posibilidades de inserción en el mercado internacional. El requerimiento más importante para estas empresas, sin embargo, es la generación de empleos de calidad, de alta productividad, para que todos los trabajadores cuenten con la protección laboral que se merecen, de manera que puedan acceder a bienes y servicios tanto privados como públicos. En el mismo tenor, afirmó que es evidente la necesidad de diseñar y promover políticas públicas en materia de empleo.
Sin embargo, el ministro de Trabajo fue categórico al subrayar que solo la inversión empresarial es capaz de elevar los parámetros de calidad de los empleos. “Sin inversión, sin ambición empresarial, no habrá empleos de calidad en la República Dominicana”, afirmó Domínguez Brito. Esta afirmación lleva directamente al ojo de la tormenta: el planteamiento de la necesidad de reforma al Código de Trabajo por parte de sectores del empresariado privado.
Reforma y empleo
Domínguez Brito abarcó parcialmente el tema, pero no dejó dudas de que respalda una revisión de la ley que lo regula: “Es tiempo de una reforma laboral”, señaló enfáticamente, para más luego excusarse de no abordar el tema de las diversas propuestas que existen sobre los puntos a modificar, puesto que están en un proceso de consenso con varios de los grupos empresariales que realizan las propuestas.
Lo que sí cubrió el ministro fueron algunos aspectos de la ley que su ministerio entiende deben de abordarse imperativamente. “Es fundamental que los procesos sean más ágiles y transparentes, que evitemos el abuso de derechos y las mafias de abogados, las compras de casos y la burocratización del sistema; hay que mejorar los mecanismos de conciliación y abordar el tema de la libertad sindical”, declaró Domínguez Brito. “La intervención estatal es fundamental para contrarrestar las asimetrías entre el sector empresarial y el sector sindical”, añadió. Argumentó que los mecanismos para balancear dichas asimetrías son la promoción y protección de la libertad de asociación, la negociación colectiva y el respeto a la ley.
De otro lado, el ministro reconoció que, aunque la economía dominicana ha ido creciendo de manera sostenida, “no hemos logrado que proporcionalmente ese crecimiento se traduzca en más empleos, pero sobre todo en empleos de calidad, cualificados y con buenos salarios. Por el contrario. la informalidad del empleo crece anualmente, con lo que ello supone en términos de desprotección y precariedad laboral”, dijo. Admitió, por otro lado, que para la creación de empleos se necesita, principalmente, que el Estado garantice una estabilidad macroeconómica, acompañada de reglas de juego claras y con vocación de permanencia, ya que cambiar las reglas de forma muy continua también genera dificultades.
Más de 3.5 millones de dominicanos inactivos
De una población total de más de 8 millones de dominicanos en edad de producir, más de 3.5 millones están en situación inactiva, siendo en su mayoría amas de casa, estudiantes, incapacitados, jubilados y rentistas. Este grupo representa el 43.72% de la población. De los más de 4.5 millones de población productiva, el 14.59% (672,968 personas) están desocupadas.
El ministro de trabajo acentúa que el acceso a la educación es una de las claves que abrirá la puerta a unas mejores condiciones para muchas personas, sobre todo jóvenes: “Sin educación, por más que hagamos, por más incentivos que aportemos, esto no será posible”
