Cientos de familias sacaban el jueves el lodo de sus viviendas y secaban colchones y muebles afectados por las inundaciones tras el paso del huracán Irene por República Dominicana, que dejó 3 muertos, mientras 32.400 personas permanecían desplazadas.
«Estamos vivos, es lo que importa», decía María Altagracia Nolasco, de 26 años, quien con su marido, un ebanista de 44 años, aún retiraba la mañana del jueves el lodo de su vivienda de madera y zinc en un barrio marginal de San Cristóbal, 30 kilómetros al oeste de Santo Domingo.
En San Cristóbal el desbordamiento del río Nigua y de otros afluentes la madrugada del miércoles inundó más de 4.100 viviendas en 20 barrios y destruyó 137 casas, según las estadísticas de los organismos de socorro.
Aunque unas 6.000 personas de las 38.000 que fueron evacuadas el miércoles en República Dominicana ya habían vuelto a sus casas, muchas de ellas perdieron ropa, muebles y carecían de agua potable y energía eléctrica.
«No tenemos donde dormir, el río se llevó todo», insistía Antonio Suriel, de 20 años y madre de un niño de un año, mientras con ayuda de vecinos limpiaba el lodo de su único colchón.
El gobierno dominicano informó que a través de su plan social ha distribuido 80.300 raciones alimenticias para los 38.000 afectados, pero sólo había entregado hasta el mediodía del jueves 300 colchones e igual número de cobijas.
«Lo que vi (en las zonas afectadas) fue algo desastroso, algo que da mucha pena», dijo en entrevista con la televisoras Telesistemas canal 11 el alcalde de San Cristóbal y ex pelotero de Grandes Ligas, Raúl Mondesí.
Méndez, director del COE, detalló que 90 comunidades permanecían el jueves incomunicadas, principalmente en San Cristóbal y Azua, en el suroeste, y en San Pedro de Macorís, al oriente de la capital, luego de que las inundaciones y desbordamientos de ríos destruyeron varios puentes y tramos de algunas carreteras.
Víctor Díaz Rúa, ministro de Obras Públicas, recorrió algunas de las zonas afectadas por las lluvias y anunció la reconstrucción inmediata de las vías, pero indicó que aún es difícil calcular la totalidad de daños materiales.
