Dos niños murieron calcinados la noche del jueves en el sector El Tamarindo, en el municipio Santo Domingo Este, al incendiarse la habitación donde dormían. Ángel Luis Reyes narró con pesar a elCaribe que el humo y las fuertes llamas le impidieron llegar a la cama donde dormían los menores por lo que resultó imposible salvarlos.
“Ellos dormían conmigo en mi cuarto, en una cama diferente y cuando me dijeron que mi casa se estaba quemando me metí pa´dentro a ver si los podía salvar, pero tuve que salir porque estaba demasiado caliente, entonces me quemé y salí”, narró.
Según uno de los vecinos, la abuela de los menores, quien estaba a cargo de su crianza, había salido para la iglesia, mientras que el padre se encontraba en las inmediaciones de la casa, ubicada en la calle Nuestra Señora del Rosario, en el momento en que ocurrió la tragedia.
“Ellos los dejaron durmiendo con velas porque no había luz, cuando ella vino, ella vio el fuego, pero cuando abrimos la puerta ya era tarde, ya estaban calcinados”, afirmó Carlos Hernández, testigo del hecho.
Tardanza de los bomberos
Decenas de vecinos y curiosos que se congregaron en el lugar afirmaron que el incendio ya había sido sofocado cuando los miembros del Cuerpo de Bomberos llegaron al lugar y sólo dio tiempo a trasladar al hospital Luis Eduardo Aybar (Morgan) a uno de los menores que aún permanecía con vida pero que desafortunadamente murió en el trayecto.
“Ellos tardaron demasiado tiempo en llegar. Además en el camino por el kilómetro 9 de la Charles de Gaulle se dañó el vehículo y ahí perdimos como media hora”, afirmó el padre de las víctimas.
“Ay, mis sobrinos, ay, se me murieron los dos”, lloraba desconsolado Joel Alfonso Mora, tío de los menores.
La madre de los infantes, Madelin Carmona, quien no vivía con los niños, se encontraba en el Morgan realizando las gestiones de lugar para obtener las actas de defunción de sus hijos.
Los menores fueron velados en la casa de al lado por el mal estado en que quedó la vivienda y sus restos fueron sepultados en horas de la tarde en el cementerio Cristo Redentor.
