Emily Dickinson no pudo haberlo dicho mejor: «la gratitud es el único secreto que no puede revelarse por sí mismo», así que el marco del nuevo año agradezco:
– A mi Dios por permitirme dar un paso a mi independencia emocional, en la que aún trabajo, pero ya estoy a mitad de camino.
– Por vivir las experiencias que yo pedí vivir. Muchas llenas de alegría, otras de sabores amargos, pero todas dejaron una grata sabiduría.
– El tener los amigos que tengo. No puedo pedir más. Son mis cómplices, mis paños de lágrimas, mi colchón, mi espejo de la felicidad. ¡Soy bendecida!
– Tener un equipo que se desvive por un producto en el que creen, dando lo mejor de ellos. Sin duda, un 200 por ciento.
– Haber visto arcoiris de principio a fin (hay que apreciar las bendiciones de la naturaleza). En ese momento supe, que este sería un año muy especial.
– El llenar mi corazón de experiencias enriquecedoras y placenteras que ahora y siempre me ayudarán en el poder de decisión (conectar con uno mismo no tiene precio).
– La proyección que ha tenido mi carrera. Gracias a todos mis colegas y personas que creyeron en mí y en mi talento.
– Que 2012 haya sido un año de despertar, de evolución de crecimiento.
– A todos ustedes que han decidido hacer una parada en sus agendas para saborear Pandora. Son parte importante de este manifiesto de gratitud.
Querido 2012: I love you. Gracias y adiós.
