No hubo espacio para el merengue. Menos para la bachata. El bolero y la balada enriquecieron la propuesta de Eddy Herrera, “Romántico”, que se presentó el sábado.
Con más de 20 años promoviendo el merengue dentro y fuera del país, el galardonado intérprete echó manos a una producción de gala para honrar a algunos de los artistas más prominentes de estos dos estilos musicales que todavía siguen en el gusto de todo fanático de la buena música.
De la mano del productor, también su mánager, Evelio Herrera, Eddy protagonizó un espectáculo de casi dos horas con una apertura coreográfica a cargo de un grupo de bailarines que danzó a ritmo de “Romántico”, una pieza instrumental de casi dos minutos.
Tal como había prometido, con tres hits de Camilo Sesto salió Eddy al escenario para entregarse a ritmo de “Amor no me ignores”, “Quieres ser mi amante” y “Perdóname”, recibiendo de inmediato el grito ensordecedor de las mujeres, que tanto disfrutaron de las melodías popularizadas por el artista español como por la intepretación del dominicano.
Clásicos de siempre
Con una orquesta de más de 20 músicos, que incluyó secciones de violines, cello, tres trompetas, tres trombones, batería y coros a cargo de Agustín Heredia, Amarilis Freites, Katia Rodríguez y René Geraldino (corista de Chichí Peralta), Eddy Herrera salió por la puerta grande gracias a un cancionero redondo y una orquesta compacta y en su punto.
Luego de los temas de Camilo Sesto, vinieron otros tres clásicos, pero esta vez de José Luis Rodríguez (“El Puma”): “Dueño de nada”, “Voy a perder la cabeza por tu amor” y “Agárrense de las manos”.
Poco a poco, el artista fue calentando la garganta y entonando buenas melodías que le permitieron desdoblarse y lograr plausibles interpretaciones de artistas tan difíciles como José José.
Hizo “El amor acaba”, “Lo que un día fue no será” y “Lo pasado pasado”, segmento éste con el que recibió encendidos aplausos gracias a una actuación a la altura del homenajeado y a la participación de su primer invitado: Sergio Vargas.
La vistosa escenografía, en la que predominaban cuatro pantallas, empezó a visualizar los rascacielos de la Gran Manzana y Eddy hizo un cambio de ropa para honrar a La Voz, a ese Frank Sinatra del “New York, New York” que gana calidad con el tiempo y fama entre los buenos artistas.
Un poco de la actualidad
Sumergio en épocas de oro del bolero y la canción romántica (los 60, 70 y 80), Eddy Herrera apeló a tres canciones emblemáticas del inolvidable Nino Bravo, dos de ellas: “América” y “Un beso y una flor”, para cerrar con una “Carolina” que ya había grabado con bastante éxito el intérprete dominicano.
Cerró el segmento de esos años para transitar por el camino de la contemporaneidad. Primero Alejandro Fernández, con “No sé olvidar”; “Colgando en tus manos”, de Carlos Baute, recibiendo a su segunda invitada, Miriam Cruz, y cerró con el agotador “Torero” de Chayanne que le llevó al terreno del baile.
El último número de “Romántico” estuvo reservado para “Todavía creo en el amor”, en el que se esperaba la participación de Fausto Rey.
Luego cantó “Fatalidad” y ahí sí entró en la jugada Anthony Ríos generando fuertes aplausos; pero fue con “Por amor”, con Rafael Solano al piano y el siempre disfrutable Niní Cáffaro al micrófono, que Eddy Herrera recibió la gran ovación de la noche, para cerrar en grande una jornada que engalanará su trayectoria.
Artistas dominicanos le ponen sabor al show
Eddy Herrera honró la trayectoria de varios artistas dominicanos, como fue el caso de Anthony Ríos, Rafael Solano, Miriam Cruz, Niní Cáffaro y Sergio Vargas. Invitaciones de lujo, para un espectáculo redondo y sin desperdicios.
Un momento muy emotivo fue cuando se refirió a la muerte de su padre, quien nunca le vio cantar profesionalmente, y ahí llegó “Tu voz”, de Javier Solís, pieza que le sacó lágrimas al artista y fuertes aplausos, especialmente, de su madre, que se encontraba en el público.
