Contrario a lo que se pueda pensar, Edwin Encarnación no ha hecho nada extra para registrar uno de los mejores meses de su carrera en las Grandes Ligas. Para los que llevan anotaciones, el nativo de La Romana le ha prendido fuego al pitcheo a pesar de una molestia en su mano izquierda que le ha llevado a reducir sus jornadas de trabajo antes de los partidos. Sí, con todo y una lesión, Encarnación ha sido el hombre de la ofensiva en el agosto que ayer se despidió.
“Tengo un dedo malo”, dijo Edwin Elpidio mientras era entrevistado en el programa Grand Slam, que se produce cada domingo por CDN después del partido nocturno de las Mayores.
“Tengo un tendón inflamado y debo batear con “teipi” (cinta adhesiva), porque debo tener los dedos juntos para que me moleste menos”, explicó el designado de Toronto sobre la lesión de su dedo mayor de la mano izquierda, situación que ha enfrentado desde principios de agosto y que provocó que se perdiera varios partidos.
La lesión ha sido una especie de bendición disfrazada para el dominicano.
“He dejado de batear extra y de hacer muchas cosas antes de los juegos. Pero me ha dado resultados sin hacer nada diferente y eso me ayudó a recortar el swing”, explicó el artillero de los candentes Azulejos de Toronto.
Edwin, sin la jornada de anoche, registraba 11 jonrones y 35 remolcadas en agosto. El total de impulsadas es un nuevo récord para su equipo en el período mencionado, rompiendo el de 34 que estaba en poder de Carlos Delgado. Su promedio de bateo estaba en .402, el porcentaje de embasarse en .458 y el de slugging en .927, números que son de “vídeo juegos”, es decir asombrosos. En general, tiene un average de .272, con 30 cuadrangulares y 91 impulsadas.
“Dios quiso que fuese ahora, que mi mejor mes fuera agosto. Lo que Dios nos da uno lo coge en cualquier momento”, dijo Encarnación.
Disfrutando de la cima con Toronto
El pasado sábado, Encarnación disparó tres jonrones, uno de ellos con las bases llenas, y empujó nueve. Los fanáticos en Toronto le tiraron muchas gorras al terreno, copiando el gesto del hockey sobre hielo, donde se honra a un jugador que anote goles. “Me sentí orgulloso por eso. Los fanáticos nos apoyan a diario. Queremos más. Esto no se para”, dijo Edwin sobre Toronto, que comanda la División Este de la Americana por encima de los Yanquis.
