A espera de recibir cientos de vacacionistas en esta Semana Santa, se encuentran los comerciantes de las playas Juan Dolio y Guayacanes, ubicadas en la provincia de San Pedro de Macorís.Dos días antes del inicio de la Semana Mayor, en la playa Juan Dolio se percibe un ambiente tranquilo donde impera la limpieza y el buen estado de sus mesas, sillas y sombrillas, versus a la de Guayacanes, la cual refleja descuido en sus mobiliarios para alquiler y en cuyas arenas es notable las algas resecas debido al candente sol.
Estas playas ya cuentan con la presencia de bañistas dominicanos y extranjeros quienes consideran estas fuentes fluviales como un paraíso natural.
Las quejas de un grupo de dominicanos no se hicieron esperar en la tarde de ayer viernes, quienes denunciaron que llegaron a la una de la tarde y rentaron una mesa por un costo de 350 pesos, lo que definieron como un abuso.
En defensa de estos negociantes habló un señor identificado solo como Rafael. Explicó que sus tarifas son anunciadas de antemano. Con más de tres décadas en este oficio, dice sentirse extorsionado por algunos agentes de Politur quienes, según el comerciante, piden un por ciento cada semana de los beneficios obtenidos por el alquiler de estos servicios. Por otra parte, en la playa de Bayahíbe negociantes piden a la DNCD que en estos días de asueto no lleven a inspeccionar a sus adiestrados perros a las diferentes playas del país, ya que causan pánico a los turistas, ademas de que les parece desagradable.
