La imprudencia de buena parte de los conductores dominicanos, especialmente de los choferes del transporte público, se debe a la falta de educación vial.Precisamente, con el objetivo de revertir esa realidad, surge la Escuela Nacional de Educación vial (Enevial), una entidad que desde sus inicios, en 2009, viene capacitando a los choferes del transporte público con el fin de elevar la seguridad en las calles y avenidas del país.
En sus instalaciones, los trabajadores del volante, como los auxiliares o cobradores, son formados con un método andragógico, especial para la educación de adultos, donde se les imparte las asignaturas de atención al usuario, manejo defensivo, normas de tránsito y señalizaciones y primeros auxilios.
Carlos Peña, director de la institución, afirma que cuando los sindicatos y federaciones de choferes envían a su personal a capacitarse, en principio éstos llegan a las aulas predispuestos, pero cuando concluyen su proceso de formación salen más conscientes sobre la responsabilidad de tener un guía en sus manos. “Hay que verlo para creerlo, el chofer que entró aquí no sale igual, sale totalmente transformado”, dice.
Durante sus dos años en funcionamiento, la entidad dependiente del Fondo de Desarrollo del Transporte (Fondet) ha formado más de 700 choferes de sindicatos como Conatra y Mochotrán, así como de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa) y algunas empresas privadas.
Peña es consciente del reto que representa cambiar la actitud de agresividad e irrespeto a las normas del tránsito de gran parte de los choferes, pero entiende que poco a poco se logrará cambiar esta cultura arraigada en el manual del conductor dominicano.
Aulas modernas y confortables
Al entrar al programa de instrucción, los choferes son sometidos a varias pruebas oftalmológicas, auditivas y psicotécnicas para medir la agudeza visual, capacidad de reacción y coordinación frente a distintos estímulos. Luego se someten a pruebas especiales en equipos de simulación de manejo para medir sus destrezas en el volante.
Las seis aulas tienen capacidad para 288 participantes y están ambientadas con las señales de tránsito. Cuentan con proyectores de video, aire acondicionado y equipos de primeros auxilios que son usados para las clases que se imparten los lunes, miércoles, viernes y sábados.
La coordinadora académica, Laura Cristina Quintana, afirmó que al salir del curso, cuya duración es de tres meses, los choferes obtienen un certificado de la escuela y además una certificación de Nature Safety Council.
