Ex siamesas guatemaltecas cumplen 10 años

LOS ANGELES (AP) — Cumplir 10 años es una fecha importante para cualquier chico, pero para dos siamesas guatemaltecas que nacieron unidas por la cabeza es más que motivo de gran celebración.

LOS ANGELES (AP) — Cumplir 10 años es una fecha importante para cualquier chico, pero para dos siamesas guatemaltecas que nacieron unidas por la cabeza es más que motivo de gran celebración.

Después de todo, han desafiado repetidamente los pronósticos sobre su supervivencia.

Las niñas María de Jesús y María Teresa Quiej Alvarez, llamaron la atención mundial en el 2002, cuando fueron separadas mediante una cirugía que duró 23 horas en el Centro Médico de la Universidad de California en Los Angeles.

El sábado, las menores conocidas como Josie y Teresita celebraron una fiesta por su décimo cumpleaños en una casa en Malibú. El festejo incluyó una casita inflable y contó con la asistencia de muchas de las 50 personas que formaron parte del equipo médico que participó en la operación así como amigas de la escuela de las niñas.

En el festejo abundaron los elementos decorativos de origen hawaiano. La figura de una niña que movía un aro en su cintura adornaba cada uno de los dos pasteles.

«Es un milagro», dijo Jenny Hull, integrante de la junta directiva de Mending Kids International, la organización que concertó la cirugía que tuvo un costo de 1,5 millones de dólares. El organismo también ha financiado buena parte de la atención de las niñas mediante donaciones.

Entre los invitados estuvo también Mel Gibson, quien ha apoyado durante años a Mending Kids y ha conocido a las niñas prácticamente desde que nacieron. El actor caminó con las niñas para subir la ladera de una colina, hasta llegar al lugar donde se ofrecía la fiesta, riendo con Josie y soplando pompas de jabón con Teresita.

«Es bueno estar aquí. Es bueno ver a las mellizas», dijo Gibson a los reporteros, antes de entrar a la celebración.

El doctor Henry Kawamoto, quien encabezó el equipo que realizó la cirugía plástica, dijo que hace una década había poca información en los textos médicos acerca de la forma de separar a los mellizos siameses unidos por la cabeza. Kawamoto y el neurocirujano Jorge Lazareff delinearon su propio procedimiento.

«Salió como lo planeamos», dijo Kawamoto. «Nos sentimos muy bien en realidad».

Sin embargo, la operación duró más que las 15 horas previstas por Kawamoto. Estabilizar los signos vitales de las niñas bajo los efectos de la anestesia resultó una tarea complicada, recordó.

Luego de meses de recuperación, las hermanas regresaron a Guatemala, pero varios meses después, Teresita contrajo meningitis.

Ambas volvieron a Estados Unidos para estar más cerca del centro de atención especializada, y residen ahora con dos familias que las hospedan en el condado de Los Angeles. Sus padres siguen en su comunidad rural en Guatemala y visitan a las niñas varias veces al año. Les llaman cada domingo.

Josie asiste a una escuela primaria pública, donde cursará el cuarto grado. Es muy sociable y le gusta cantar, dibujar y practicar con su equipo de nado sincronizado.

«Es todo un pez», dijo Hull, quien es la madre sustituta.

La niña ha sufrido retrasos en la capacidad motriz de las piernas. Con una terapia física intensiva, camina ayudada por un bastón y un pequeño vehículo. Espera poder moverse por cuenta propia algún día, dijo Hull.

Debido a la meningitis, Teresita no puede hablar, pero se expresa mediante risas y sonidos guturales. Le gusta el arte, la música y las computadoras, y le encanta que otra persona la lleve cargando dentro de la piscina.

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