Son 25 días los que faltan ya para la celebración de las elecciones presidenciales y de diputados de ultramar. El activismo de los candidatos y sus equipos de campaña se intensifica cada vez más. Dicen que la puja está muy apretada. No nos queda de otra que esperar estos 25 días. Ya veremos…
Repentismo
Me cuentan desde la bancada perredeísta que ya no hay manera de que los asesores y consultores de campaña, nacionales y extranjeros, puedan dar con la magia para que el presidente Hipólito Mejía modere y/o concilie sus exposiciones públicas con los propósitos que entienden animan la búsqueda del triunfo en las urnas el mes próximo. Entre los asesores y consultores han aflorado posiciones encontradas, sin embargo, porque los hay que estiman correcto lo que califican de “identidad del lenguaje del candidato con el pueblo”, pero la opinión mayoritaria en ese núcleo de consultas es que al candidato se le está yendo la mano (para no decir la lengua) y con su repentismo está causando más daño que beneficio a su causa.
En esta línea también se han colocado varios de los integrantes del círculo familiar del candidato “pero no se atreven a enfrentarlo ya que tiene la actitud del cascarrabias que, aun sabiendo que está actuando mal, se abraza a la idea de que lo está haciendo bien”, según lo que me han informado. La preocupación crece en el entorno político-partidarista de Mejía, según me dicen, “porque hay compañeros que se resisten siquiera a pensar que tendrán que pasar otros 4 años en la oposición”. Las últimas expresiones repentistas de Hipólito han tocado la sensibilidad de los reformistas, incluyendo a unos cuantos que se le han adherido, y a sectores de la denominada sociedad civil vinculada al importantísimo Poder Judicial, parte de cuyos componentes fueron calificados por el candidato perredeísta como “pelafustanes y sirvengüenzas”. No faltan, empero, quienes dicen en el PRD que “Hipólito se está gozando sus ocurrencias y sus efectos”. ¡Buuueeenooo..!
