La Federación Dominicana de Empresarios Metalmecánicos y Metalúrgicos sugirió ayer la detención de la exportación de chatarras.“La exportación de chatarras es un problema social, político, de tránsito, de salud y económico con el cual han surgido todo tipo de negocios lícitos e ilícitos, siendo el robo el más frecuente y el de más graves consecuencias”, afirmó José Miguel Estévez, secretario general de Fedometal.
Se refirió al atentado contra el puente Juan Pablo Duarte como la última acción vandálica de proporciones insospechadas, por lo que sugirió que se prohíba la exportación de chatarras y que se fomente la industria nacional de la fundición a través de las instituciones empresariales como Fedometal.
Sostuvo que con ello se contaría con suficiente materia prima para la fabricación de carcasas de bombas de agua, base de motores, base de maquinarias, entre una multiplicidad de productos con base a los desperdicios de metales.
Expresó que entre las variantes del robo de metales se encuentra la sustracción de las barreras protectoras de las carreteras y puentes, entre otros accesorios de infraestructura vial. “Se cuenta además el robo de cables eléctricos y de red de telecomunicaciones, lo que genera todo tipo de perjuicios al buen desenvolvimiento de estos vitales servicios a todo el tejido de la sociedad”, agregó.
Estévez dijo que en la mayoría de los casos estos hurtos están motivados en los bajos instintos de algunos obreros y allegados a los talleres de metalmecánica que incurren en el consumo de drogas narcóticas.“Estos robos se traducen en pérdidas sensibles al pequeño empresario y a su unidad productiva”, manifestó.
Observó que como consecuencia de la venta sin regulación de metales, se ha incentivado el robo de herramientas y de piezas metálicas de empresas del ramo.
