Fernández Domínguez

La República vio ascender ayer al Panteón Nacional a uno de sus héroes más jóvenes, que junto con Francisco Alberto Caamaño Deñó encabeza el liderazgo militar de la Revolución de Abril de 1965 en defensa de la constitucionalidad representada&#823

La República vio ascender ayer al Panteón Nacional a uno de sus héroes más jóvenes, que junto con Francisco Alberto Caamaño Deñó encabeza el liderazgo militar de la Revolución de Abril de 1965 en defensa de la constitucionalidad representada en el gobierno legítimo del profesor Juan Bosch, derrocado dos años antes.

Hablamos del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, exaltado por su vida íntegra, como militar de carrera que demasiado joven entendió el papel que le correspondía en una Nación que dejaba atrás la noche negra del trujillismo y empezaba a dar pasos en pro de la construcción de la democracia.

Aunque se matriculó en la universidad para estudiar Ingeniería, su vocación militar pesaba demasiado y muy  pronto se enroló como cadete en la Academia de la Fuerza Aérea Dominicana, donde desarrolló una meteórica carrera marcada por la dedicación, una acendrada conducta y un alto respeto por esa institución.

Con ese temperamento se templó para desarrollar una personalidad muy propia, con un pensamiento que trascendía los límites del cuartel, para entender qué era lo que convenía al destino de su Nación.

Estaba llamado a entrar al campo de los inmortales. Demasiado temprano tendría que dejar su vida en la defensa del  honor y de la institucionalidad, de la renunciación al viejo régimen en que se había formado para pasar a la historia.

Ocurrió un 19 de mayo de 1965, cuando se confrontó con tropas norteamericanas que defendían junto a los mismos golpistas de 1963 el Palacio Nacional en manos del gobierno de reconstrucción nacional encabezado por Antonio Imbert Barrera.

Con el tiempo, la historia ha colocado los hechos en sus reales dimensiones y las generaciones de hoy van desbrozando el camino del zarzal para llevar a los justos al campo de los olivos, en el lugar sagrado de la Patria.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas