Francisco Mejía, la esperanza de una familia pobre

Francisco Mejía forma parte de un nutrido grupo de peloteros que han salido de la comunidad Las Carreras, provincia Peravia, y que buscan el sueño de llegar al profesionalismo.

Francisco Mejía forma parte de un nutrido grupo de peloteros que han salido de la comunidad Las Carreras, provincia Peravia, y que buscan el sueño de llegar al profesionalismo.Proveniente de una familia de escasos recursos, Mejía, poco a poco ha ido escalando en los circuitos minoritarios, donde ya su nombre se ubica en el libro de grandes hazañas en apenas tres años que lleva con la organización de Cleveland, equipo que lo firmó en 2012.

Recientemente, Mejía hilvanó una racha de 50 partidos con hits en los circuitos Clase A y Clase A Avanzada con el equipo Lake Country Captains, sucursal de los Indios de Cleveland.

Su padre, Francisco Fremio Vinicio Medrano, relata a elCaribe las vicisitudes que tuvo que pasar para que su hijo no perdiera la esperanza de ser parte de una organización de las Grandes Ligas. “Muchas veces tuve que empeñar hasta el colín para buscarle el pasaje para que viajara a la capital”, relata Vinicio Medrano. “Todo eso se debe al esfuerzo que como padre uno hace por los hijos. Hace muchos años que le di ese empuje y hoy me siento contento por ese deber. Ya él está trillando su camino hacia el éxito. Solo Dios sabe qué le tiene guardado a mi hijo en la pelota. Buscaba hasta donde no tenía, con el solo hecho de verlo contento y que sus aspiraciones no se perdieran. Como familia pobre le dimos una buena crianza y siempre por el camino correcto”, agregó con orgullo su padre. Mejía se convirtió en el cuarto jugador, junto a Otto Pahlman (1922), con una cadena de 50 partidos conectando por terreno de nadie en Clase A. La racha más larga está en poder de Joe Wilhot, quien pegó 69 en 1919.

“Como madre me siento muy orgullosa de mi hijo, que poco a poco ha ido escalando en lo que siempre le ha gustado, la pelota. Siempre fue un muchacho inquieto que le gustaba jugar pelota. Desde que llegaba de la escuela era directo para el play, y hoy Dios lo ha premiado. Esperamos que siga cosechando mucho éxito”, expuso Milagros de los Reyes Mejía.

Agregó, que en varias ocasiones, Francisco no bien llegaba de la escuela cuando ya estaba en el estadio jugando béisbol. “Hubo ocasiones que también llggaba de la escuela y no encontraba comida en la casa. Había que esperar a que su padre llegara del trabajo para poder cocinar. A pesar de eso fue un muchacho fuerte, que supo batallar contra todas esas adversidades, y hoy la vida de él y de nosotros es otra. No escondemos nuestras raíces, y muestra de eso es que seguimos en el mismo lugar donde él nació”, expresa su madre.

Otros jugadores del poblado

En la comunidad Las Carreras no solo se libró la épica batalla del 21 de abril de 1849 que lleva su nombre, sino que también es un poblado del que también han salido jugadores que se pasearon por las Grandes Ligas y la pelota invernal dominicana como Wilkin Castillo, Julio Mateo y Wascar Serrano, entre otros.

Un poblado con historia

Las Carreras es un poblado ubicado próximo al cruce de Ocoa, donde cada día un gran número de niños buscan ser, en un futuro, igual o superior a Mejía, Serrano, Castillo o Mateo. “Esta es una comunidad pequeña, pero rica en cuanto a formación y amabilidad”, dijo Soto. “No solo aquí fue que se libró la Batalla de Las Carreras, sino que de aquí han salido grandes hombres que le han aportado mucho al béisbol profesional, en especial el invernal y el de los Estados Unidos”, agregó.

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