En ocasiones, cuando vemos a alguien vendiendo un artículo cualquiera o un inmueble, inmediatamente nos viene a la mente la idea de que quien lo está vendiendo tiene un problema económico; imagínese usted lo que pueden pensar miles de clientes cuando ven o se enteran de que una institución o empresa “grande” de la cual es cliente está en venta, por lo general esto genera pánico e incertidumbre, ya que lo primero que se piensa es en un problema económico de la empresa, o que en el país hay una fuga de capitales. Esto es solo una manera de verlo, la otra es verlo como una inversión.
En los últimos años en República Dominicana hemos visto varias fusiones bancarias, venta de empresas emblemáticas, como es el caso en el 2006 de Verizon vendiéndole a la compañía mexicana Claro, o CND vendiéndole a Ambev. Esta última, en el 2012, fue la transacción más emblemática en la historia de la República Dominicana.
Este tipo de operaciones son muy utilizadas en el ámbito empresarial a nivel mundial, ya que las empresas no lo hacen necesariamente por un aspecto de índole económico, quiebra o falta de liquidez, sino que mayormente las razones son otras, y entran factores de tipo de mercados, cambios externos, aumento de capitalización, situaciones familiares, estrategia empresarial, o simplemente se convierte en un tema de oferta y demanda, las cuales resultan ser atractivas y ponen al más apasionado empresario a pensar con respecto a vender su apreciada empresa.
Los grandes capitales internacionales por lo general hacen adquisiciones (inversiones) en empresas que les resulten muy atractivas, rentables y bien establecidas. Igualmente este tipo de operaciones nos deja dicho que a nivel del país el clima de inversión genera buenas expectativas, refleja estabilidad gubernamental, y nos dice que nuestro marco legal, aunque con sus sombras, es una garantiza para la inversión. Así que la próxima vez que usted vea o se entere de una gran venta o fusión, no lo vea con miedo, sino como una nueva inversión.
