¿Por qué Javier -El Abejón- Fortuna no logra ser profeta en su tierra? La pregunta, que sirve de introito al presente reportaje, suma una segunda interrogante.¿Por qué el Estado no da las facilidades (económicas) que se necesitan para que el joven monarca dominicano vea hecho realidad su sueño?
El pasado ocho de diciembre, en la arena del lujoso hotel MGM de la ciudad de Las Vegas, estado de Nevada (Estados Unidos), el invicto pugilista nacido en La Romana se cubrió de gloria al conquistar el cinturón pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
En la ocasión, exhibiendo un boxeo depurado, dispuso del irlandés Patrick Hyland… su victoria fue convincente: Amplia decisión unánime en 12 asaltos.
Es necesario que El Abejón Fortuna pelee en su país y de esa manera ponga en disputa, por primera vez, su cinturón pluma de la AMB.
Por consenso, los más reputados expertos locales dicen que “las autoridades del gobierno dominicano deben satisfacer el deseo de la fanaticada dominicana”. ¿Cuál deseo?, se preguntan. Y responden: Que los aficionados al boxeo, y en sentido general todos los deportistas de República Dominicana, ansían ver a uno de los nuestros defender en su patria una faja del mundo.
Tras conquistar el cetro pluma amebeísta la familia de El Abejón Fortuna -encabezada por sus padres-, en La Romana- manifestó su felicidad por ver a su pariente ser el rey mundial de las 126 libras.
Reporteros de elCaribe, apenas unas 15 horas de registrarse el gran acontecimiento, se trasladaron a la modesta residencia de Fortuna, donde viven sus familiares.
“El Abejón” se va para Los Ángeles
En la próxima semana El Abejón Fortuna viajará a la ciudad de Los Ángeles para continuar su programa de entrenamiento. Allí, mientras realiza sus prácticas, estará a la espera de un aviso sobre la primera pelea que debe celebrar como campeón del mundo. “Pronto tendré que irme a Los Ángeles para seguir mi preparación, pero espero que me den una buena noticia y que pueda defender ante la fanaticada dominicana mi corona mundial”, dijo.
