Cada año la demanda habitacional del país aumenta en unas 25,000 unidades, y la economía requiere para su buen desenvolvimiento, de unos 125 megas adicionales de electricidad. En esas áreas se incuban dos de los mayores déficits estructurales del país.
El Gobierno del presidente Danilo Medina ha aplicado un modelo de intervención directa en las dos áreas, en las que se espera que la acción estatal induzca, movilice inversiones privadas que contribuyan a conjurar los faltantes en viviendas y electricidad. En el sector eléctrico el Gobierno, vía la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), se ha involucrado en el más ambicioso proyecto que se haya construido en el país en materia de generación de electricidad, la central Punta Catalina, que se ejecuta en la provincia Peravia, la cual conlleva una inversión de unos US$1,945 millones y que consta de dos plantas a carbón, con capacidad nominal de 700 megavatios cada una.
El proyecto, que por los ahorros en subsidios que le implicará al Gobierno y la estabilidad de suministro que dará al sistema, se repaga en alrededor de 10 años, deberá ser una especie de deflactor de costos del sistema, por el impacto de su aporte dentro de la oferta y demanda del mercado, además de que el costo de su energía, de alrededor de 12 o 13 centavos de dólar el kilovatio, será uno de los más bajos del mercado, compitiendo con la generación a base de gas natural.
Efecto de arrastre
Con una sola iniciativa, el Gobierno aportará alrededor de 10 cuotas de la demanda agregada anual de electricidad, y ofrecerá más de una tercera parte de la demanda de electricidad en horas pico o de mayor consumo. Sólo el Gobierno podía involucrarse en un proyecto de esa magnitud. En el momento de iniciado el proyecto, su valor representaba aproximadamente el 3% del producto interno bruto (PIB) dominicano.
Se espera que la intervención del Gobierno en generación eléctrica por métodos convencionales (que son los de proyectos termoeléctricos y no hidroeléctricos), inducirá al sector privado a involucrarse en nuevos proyectos energéticos, al menos para renovar parques y plantas que son de alto costo de producción porque generan a base de fuel oil, un derivado de petróleo caro que ahora, por la caída del crudo, ha cedido su incidencia en la factura eléctrica. Tiene sin embargo, una ponderación en la matriz de generación de cerca del 43%.
Una vez Punta Catalina entre en generación, que se proyecta para el primer cuatrimestre del 2017, el carbón aumentará su peso dentro de la matriz y con ello, producirá un abaratamiento del costo energético del país. Por la resistencia de diferentes segmentos del sector privado, se pensó que Central Catalina no pasaría. Sin embargo, el proyecto marcha según el cronograma de las autoridades.
En el tema viviendita, sector donde se citan niveles de déficit de entre 700 mil y un millón de unidades, el Gobierno se ha embarcado en programas y proyectos que van desde soluciones particulares hasta iniciativas modelos, llamadas a desmontar la elevada cifra de falta de casas.
Los proyectos más ambiciosos, por la cantidad de viviendas que implican, son La Barquita y Ciudad Juan Bosch, el primero con una dotación de unos 1,400 apartamentos casi terminados,a un costo global de RD$7,000 millones y el segundo con 25,000 proyectados para la etapa completa.
En La Barranquita sólo el Gobierno interviene y es el asentamiento oficial más grande de la actual gestión gubernamental. Aunque es voluminoso, ese proyecto no incide mucho en reducir el déficit habitacional, porque es para desalojar a las personas que habitaban en el sector, de alta vocación a ser afectado por inundaciones. Igual característica tiene el proyecto Boca de Cachón, donde fueron trasladados personas que fueron afectadas por las crecidas del lago Enriquillo.
Donde sí habrá impacto en la reducción del déficit habitacional del país, será en el proyecto Ciudad Juan Bosch, debido a que los 25 mil apartamentos proyectados son para ser vendidos bajo el concepto “primera vivienda”. En ese proyecto, que tiene un costo estimado de RD$28,000 millones, el sector privado invertirá la mayor parte, unos RD$25,000, y el Gobierno, facilitador de los terrenos donde se levanta, tiene una contribución estimada de RD$3,000 millones, equivalentes a algo más de UD$66 millones.
El proyecto más ambicioso, al Este
Por la magnitud del proyecto Ciudad Juan Bosch, al Gobierno se le hacía difícil ejecutarlo por sí solo, y lo diseñó bajo el concepto fiducia, para motivar al sector privado a involucrarse. Unas seis importantes firmas constructoras están metidas de lleno en el levantamiento de lotes en la ciudad Juan Bosch, el proyecto habitacional que se haya levantado en el país. Está en Santo Donmingo Este. El modelo será replicado en Santiago, donde el presidente Danilo Medina anunció el miércoles en la noche, durante la inauguración de la feria Expo Cibao, la construcción de 10 mil viviendas de bajo costo para familias de escasos recursos de la ciudad. Según las explicaciones del mandatario, será un proyecto urbanístico integral, a ser ejecutado en alianza con el sector privado, bajo la modalidad de fideicomiso. Al parecer será la versión Ciudad Juan Bosch, pero en Santiago
