El planteamiento del historiador haitiano Paúl Joseph Batiste, de abrir la frontera domínico-haitiana para terminar con la problemática migratoria, fue rechazado ayer por funcionarios del gobierno.Para el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, la propuesta es “sin fundamento” y no tiene asidero jurídico. Consideró que ningún país ha abierto su frontera y tomó como ejemplo a Estados Unidos. Sobre el tema, el asesor en materia de drogas del Poder Ejecutivo, Marino Vinicio Castillo, calificó la propuesta como “una locura, una falta de respeto y una ofensa” al país. “Ahí está el reglamento, ahí esta el programa para normalizar esa situación”, aseguró.
En tanto que el director general de Migración, José Ricardo Taveras, dijo que asumirá el planteamiento simplemente como una propuesta académica que “no tiene ningún sentido”.
“El problema de la frontera nuestra con Haití es un problema más complejo de lo que la gente cree. No es cuestión de que los dominicanos somos antihaitianos, es que el desequilibrio de las economías dominicanas y haitianas no permiten que una cosa así se haga sin que genere un problema grave”, afirmó.
Mientras que José Miguel Soto Jiménez, exsecretario de las Fuerzas Armadas, dijo que le parece “cómico” lo dicho por Batiste, planteamientos que a su juicio agreden la soberanía y la integridad territorial.
“Ese es un asunto de la absoluta incumbencia de la República Dominicana”, manifestó.
Con el coincide Fritz Cineas, el embajador de Haití en el país, quien entiende que abrir o no la frontera es una decisión que deben tomar “el gobierno haitiano si le conviene y el gobierno dominicano si le conviene”. El diplomático consideró que la propuesta de Joseph Batiste no es la opinión soberana de ambos gobiernos, sino la de un hombre con derecho a expresarse.
Propone legalizar estatus acorde tiempo residencia
El exministro de Interior, Franklin Almeyda, favoreció legalizar la permanencia de los haitianos conforme al tiempo de residencia en el país. Propuso que a un inmigrante que tenga 5 años o menos viviendo en la nación dominicana se le otorgue un estatus migratorio de tránsito, a los que tienen de cinco a 10, residencia provisional, y de 10 en adelante, una visa permanente.
