Pocos en el conjunto de Texas han olvidado la dolorosa derrota de la pasada Serie Mundial.
Las horas sin dormir fueron muchas, producto de fallar en dos ocasiones de asegurar la corona a ley de un strike
Esa película viene y va en la mente de los Vigilantes, que estuvieron atentos, como todo el béisbol, al nuevo inquilino que se mudó hacia Anaheim: Albert Pujols, parte esencial de la tropa de los Cardenales que celebró en sus caras en octubre pasado.
Son razones más que suficientes para buscar una barrida contra los Angelinos de Anaheim.
De su lado, Pujols, que le encanta la competencia, no concede nada y solo le dice a todos sus rivales que se ven en el campo de batalla, llámese el terreno de juego.
“Nosotros somos los campeones de la Liga Americana”, dice Adrian Beltré, tercera base de los Vigilantes, a elCaribe. “Es verdad que perdimos la Serie Mundial, pero fuimos el equipo que ganó todo en esta liga.
Creo que nos merecemos ese respeto”, señala el antesalista.
“Tenemos un buen conjunto. No pensamos que estamos en desventaja con nadie y si van a ganarnos es en el terreno, en una dura batalla”, añade.
Pujols, hablando para elCaribe desde Tempe, en Phoenix, sabe muy bien que fue uno de los verdugos texanos en la postemporada pasada.
Aun así, que venga la temporada regular y los enfrentamientos entre las dos escuadras.
“Reconozco que ellos son los campeones de la Liga Americana, pero eso fue en 2011. Yo gané con San Luis, pero eso está pago. Esta es una temporada nueva y hay que salir a jugar. Cada año trae sus cosas nuevas y uno sale a ganar.
Vamos a ver qué dicen los partidos entre todos en la división y al final se sabrá”, dice.
Piezas de valía
Texas perdió a C.J. Wilson vía la agencia libre de los propios Angelinos, que han visto como los Vigilantes llevan dos contiendas seguidas con la corona del Oeste del menor de los circuitos.
Jered Weaver, Dan Haren, Ervin Santana y Wilson forman una cuarteta formidable para competir con cualquier conjunto para la mejor rotación de todo el béisbol.
Pujols, Howie Kendrick, Mark Trumbo, Bobby Abreu y un saludable Kendry Morales conceden a los dirigidos por Mike Scioscia potencia ofensiva.
En la otra parcela, donde Ron Washington es el que da las órdenes, Matt Harrison, Colby Lewis, Derek Holland, Neftalí Féliz y el recién llegado Yu Darvish son los brazos para comenzar los encuentros.
Ian Kinsler, Michael Young, Josh Hamilton, Beltré, Nelson Cruz y Mike Napoli tienen las municiones para hacer carreras en cantidades industriales.
“En mi opinión, con el respeto que todos nos merecen, el que quiera ganar tiene que vencernos”, apunta el dirigente Washington.
“Todo debe pasar por Texas para tener el sello de aprobación. Tenemos un buen equipo para competir con cualquiera y también contamos con experiencia para superar las situaciones que se puedan presentar”, señala el dirigente del año de la Liga Americana en la contienda de 2010.
Scioscia, en tono diplomático, espera que la salud no traicione a sus pupilos en Anaheim.
“Todo depende de cuán saludables nos podamos mantener. Tenemos un buen equipo, pero es fundamental mantenernos la mayor parte del tiempo juntos”, dice el veterano estratega.
Hay un pelotero en especial que le llama la atención a Scioscia para esta temporada, Morales.
“El plan es llevarlo a un ritmo de no forzar su tobillo y que vuelva a la forma que todos conocemos. Tiene con qué ayudar nuestra alineación. No hay dudas, pero debemos ser cautelosos”, dice.
Otro que no se pierde en esta rivalidad naciente entre ambos conjuntos es Nelson Cruz.
“Son cosas de la pelota que Pujols firmó con Anaheim, pero creo que eso pone la situación más interesante y eleva la competencia. Pero nosotros somos los campeones de la Liga”, dice el nativo de las Mata de Santa Cruz, en Montecristi.
Esa guerra entre los Vigilantes de Texas y los Angelinos de Anaheim está garantizada.
