¿Harán algo?

Recibir o prestar los servicios de salud en la República Dominicana es un tormento, una cosa difícil. Receptores, sean o no afiliados al Seguro Familiar de Salud en cualquiera de sus formas, y prestadores, confrontan serios problemas para recibirlos&#82

Recibir o prestar los servicios de salud en la República Dominicana es un tormento, una cosa difícil. Receptores, sean o no afiliados al Seguro Familiar de Salud en cualquiera de sus formas, y prestadores, confrontan serios problemas para recibirlos o sustentarlos.

Preferimos quedarnos con los pacientes, a quienes les resulta más difícil afrontar la situación. Si hablamos de los medicamentos, cada vez más caros, con bajísima cobertura de los seguros, o si nos referimos a los servicios o a los procedimientos médicos.

Esta vez nos referimos a unos pacientes especiales, que viven una situación muy crítica, con altos riesgos. Hablamos de quienes padecen insuficiencia renal crónica, afiliados o no a un seguro médico. En cualquier caso, difícil de llevar.

El nefrólogo Gregorio Leonardo Sánchez Leguisamón nos narra el drama de los pacientes con ese mal afiliados al régimen subsidiado del Seguro Nacional de Salud, que junto con sus familias viven un drama que suele tener un desenlace fatal.

Según el médico, una sesión de hemodiálisis tiene un costo semanal insostenible para personas de bolsillos deshabitados, donde según las estadísticas están la mayoría de las personas con problemas renales.

El costo mínimo mensual para mantener viva a una persona que requiera diálisis sistemáticas es de RD$35 mil. Sencillamente imposible para esa gente.

Por eso la alarmante información de que el 98% de los pacientes con insuficiencia renal crónica amparados en el régimen subsidiado apenas sobreviven dos años, por los altos costos de los medicamentos y los tratamientos.

Eso es una calamidad. El Estado tiene que prestarle atención, porque según las estadísticas, el 12% de la población dominicana es diabética, el 27% es hipertensa, y las víctimas de esas enfermedades son quienes tienden a padecer insuficiencia renal.

En fin, que el Estado debe revisar sus políticas frente a enfermedades catastróficas mediante campañas sistemáticas, inversiones serias en salud preventiva para evitar que tantas personas terminen hipertensas, diabéticas o con altos niveles de colesterol.
¿Harán algo? l

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