El presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), Hatuey De Camps, le ofreció cobijo en su partido a Hipólito Mejía, su antiguo verdugo en el PRD que lo expulsó de ese partido. El rumor de que De Camps le ofreció a Mejía que inscriba por el PRSD a los dirigentes de su facción que aspiran a cargos en las elecciones del 2016, corre como pólvora en el sector del expresidente. Ivelisse Prats de Pérez, de la vieja guardia perredeístas, confirmó ayer que el tema es una comidilla en ese sector, pero que no se ha tratado formalmente en las reuniones que hace el equipo de Mejía en el Instituto Peña Gómez.
“Eso se ha comentado en el partido, se ha comentado, pero no como tema de discusión formal, pero cuando llegue el momento me imagino que se hará”, dijo Prats de Pérez, quien calificó como generosa la propuesta de De Camps. “A mí me parece generosa, sobre todo que hay que recordar que en un momento muchos fueron partidarios de la expulsión de Hatuey, yo nunca fui partidaria de eso porque Hatuey forma parte de una historia, de la parte más gloriosa del PRD y ahora sea quien nos dé cobijo es muy generoso de su parte, pero en el caso mío, perredeísta”, apostilló.
De Camps y Mejía se reunieron el martes 23 de este mes. “Yo no puedo decidir por los demás, pero yo voy a morir perredeísta porque no tengo edad y no me luciría que en mi ataúd tengan que poner una bandera con un toro, un dedo, una mano o un pie, yo quiero que me pongan mi trapito blanco”, expresó.
Mejía y Andrés Bautista fueron expulsados del PRD en enero de este año y desde entonces los comentarios han sido permanentes de que formarían otro partido o que se sumarían a alguno de los que ya cuentan con personería jurídica en la Junta Central Electoral. Incluso, Hugo Tolentino Dipp hizo pública su propuesta de que Mejía y sus seguidores funden una organización.
“No estoy optimista” con la posibilidad de acuerdo
La dirigente del PRD dijo que no se siente optimista de que en su partido pueda haber un entendimiento que ponga fin al conflicto que lo tiene dividido desde las pasadas elecciones presidenciales del 2012. “No me siento optimista porque hay una mano maestra que desde el exterior del PRD ha atizado esta división y las cosas no se están dirimiendo como antes”, dijo.
