Las hierbas aromáticas en la cocina tienen la capacidad de convertir los platos en deliciosos manjares. Son ideales para condimentar los guisos y potenciar el sabor de cualquier receta. Así mismo, es importante diferenciar entre las plantas aromáticas frescas y las secas, aunque todas ellas conservan sus propiedades medicinales y beneficiosas para el organismo.
Por ejemplo, el orégano es una de las plantas aromáticas más populares por su fácil cultivo, el intenso olor que desprende, y porque condimenta multitud de recetas que preparamos día a día. En pizzas y pastas, ensaladas, carnes, y salsas resulta ideal para resaltar el sabor.
La albahaca es un tipo de hierba que aunque podemos utilizarla seca, es quizás al utilizarla fresca cuando le podemos sacar mejor partido a su agradable sabor.
Otra hierba ideal para potenciar el sabor de las recetas es el laurel. Se puede utilizar en forma fresca o seca, para dar sabor a caldos, salsas y pescados. Por lo general las hojas se retiran antes de servir el plato.
La menta podemos encontrarla de distintas especies, aunque lo cierto es que la más popular de todas sería la hierbabuena, y especialmente en la cocina oriental, como en el kebab, y también acompaña perfectamente al chocolate y al yogur, así como por ejemplo a un plato tan común en la gastronomía como es la sopa. Cabe añadir que la dilatación de la planta de la menta, produce un aceite que puede ser utilizado para alimentos como golosinas, lociones para afeitar, productos bucales, perfumes, etc.
Otra hierba aromática, en este caso, es el perejil. Es muy común en los platos de cocina mediterránea y podemos utilizarlo en todo tipo de pescados, o para platos tan sencillos como una simple tortilla.
El romero es mejor utilizarlo seco, ya que aunque algunas personas cocinan con romero fresco, suele dejar un sabor bastante amargo. Es una hierba muy apropiada para todo tipo de carnes asadas, cordero y pescado.
El tomillo es una hierba similar al romero. En la cocina se suele utilizar para todo tipo de carnes, sopas y guisos, además de poder combinarse también en platos como el pollo al horno, por ejemplo. También se utiliza como aromatizante de aceites y vinagres o para adobos o salsas.
