Honestidad (2)

Mientras no ronde “un Amet”, mayormente no nos mortifica violar normas de tránsito. Irrespetamos las filas; hacemos costumbre de defraudar la confianza. Esos comportamientos, abundantes entre nosotros, evidencian el valor de la honestidad por…

Mientras no ronde “un Amet”, mayormente no nos mortifica violar normas de tránsito. Irrespetamos las filas; hacemos costumbre de defraudar la confianza. Esos comportamientos, abundantes entre nosotros, evidencian el valor de la honestidad por convicción, no por miedo a castigo. Su escasez estimula el desorden nacional; afianza el “dualismo cultural” que tipifica el historiador Frank Moya Pons. Esto es, admiramos las sociedades más educadas y civilizadas, incorporamos sus avances, pero paralelamente nos resistimos a seguir reglas. Es un modelo asentado desde arriba: “Debido a la exhibición abusiva de los que ejercen el poder, no importa quién gobierne, los dominicanos siempre piensan que existe una vía extraordinaria para obtener tratos excepcionales con especial privilegio para sus personas”. 

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas