El patricio Ramón Matías o Matías Ramón Mella, con su arrojo, valor y decisión, fue la bujía que encendió, definitivamente, la llama de la gesta independentista el 27 de febrero de 1844. Su célebre e histórico trabucazo en la Puerta de la Misericordia hizo que algunos indecisos no pudieran echar atrás, materializando así el nacimiento de la República Dominicana.
Ayer, al cumplirse un nuevo aniversario del nacimiento del prócer, un lector de esta columna, Rafael Leonidas Laureano Rodríguez, me remitió un correo electrónico que juzgo adecuado reproducir. Lean ahí: “Saludos: Como lector frecuente de su columna, me permito compartir con usted unos versos referentes a uno de nuestros Padre de la Patria, y en lo particular, al que más admiro, Matías Ramón Mella, con motivo de su aniversario. Los escribí en el 2002 en mis tiempos de bachiller:
Héroes hay muchos, pero de ejemplo, algunos.
Entre tantos está Mella, hombre de honor y orgullo.
Fiel a Duarte y a su patria, conformó La Trinitaria.
Y siendo un digno militar, acabó toda dominación haitiana.
Y el boom de su trabucazo, retumbó como relámpago.
Y en la Puerta de la Misericordia, la libertad culminó el llanto.
Pidió que su bandera, le acompañara en su ida.
Y en el Mausoleo Nacional se reconoce su gallardía.
Gracias y bendiciones”.
Valores patrios que todos debemos enaltecer siempre…
¡Ya sí!
Estamos apenas a horas de las celebraciones por el nuevo aniversario de la Independencia, y del discurso de rendición de cuentas del presidente Danilo Medina ante la Asamblea Nacional. Crecen las expectativas, tanto por el contenido de la intervención presidencial como de lo que pueda seguir detrás. No hay quien me haga moverme de la primera fila…
