El año que recién pasó, estuvo matizado de horrores, que ojalá no se repitan en este 2012. Y esos horrores no tienen que ver con las barbaridades en materia económica, política o social que afectaron al mundo, no, tienen que ver con barrabasadas horrorosas que en nuestro país nos las han impuesto desde las poltronas mediáticas de los turpenes del sistema.
Horrorosas, no solo por el mal empleo de terminologías y hasta de la semiótica en sí del idioma, sino porque en el fondo nos cogieron de p… para amansar nuestras rebeldías y apagar las iras contenidas. Veamos algunas de esas barrabasadas: Anunciar con bombos y platillos, como años anteriores, que durante el 24 de diciembre o en Nochebuena, así como el 31 o en víspera de Año Nuevo, dizque iba a haber energía elétrica de manera ininterrumpida en todo el país.
La verdad, monda y lironda es que en sectores como Los Alcarrizos, para solo citar un ejemplo, por un tris se arma una guerra por las protestas nocturnas de pobladores, en medio de los laaargos apagones que afectaron a casi todo el país. Otra barrabasada, ¡uf!, ahí tenemos el anunciado plan para dizque lanzar a las calles a cuchumil policías como parte de un programa de seguridad, a nivel nacional, durante todo el feriado de Navidad y Año Nuevo…jajajajajajajaja, parece que utilizarían un tirapiedras o catapultas gigantes para lanzar a esos pobres agentes a las calles, aunque en realidad, por suerte, tampoco ahora se vieron tantos policías en las calles, con planes específicos o vinculados con el barrio para ahuyentar a delincuentes y dar protección a la población..
Otras
El rimbombante anuncio de un plan denominado Eva, ¡waoo!, así mismo, Eva, mediante el cual la Defensa Civil y como setecientas organizaciones más se proponían salvar la vida a todos los dominicanos y visitantes durante las festividades de fin de año, cuando en el fondo, al final de la jornada, mi amiga o amigo, lo más notorio es el grupo de voluntarios colocados en algunas zonas con banderitas amarillas. Aspiramos a una nación con menos bulto y más acción coordinada entre los hacedores de la sociedad, que somos todos.
