James Harden, quizás embriagado por un excitante triunfo en tiempo extra frente a los Trailblazers de Portland, declaró que sus Rockets de Houston son el mejor equipo de la NBA en estos momentos.
Realmente ignoro si el conocido anotador tiene la razón, pero en lo que a mí concierne, los Rockets poseen el material de un equipo que puede ir a la instancia más lejana en esta temporada.
Aún así, hoy en día tienen que probar muchas cosas, especialmente en términos defensivos, pues deben convencer de que su mejoría en defensa es permanente y no hija del momento, de una racha que tiene metida a esa franquicia en el tercer puesto de la Conferencia Oeste, a dos juegos y medio de los célebres Spurs de San Antonio.
Ningún equipo que permita a sus oponentes 100 puntos o más puede aspirar a nada. Si bien han mejorado en estos últimos encuentros, Houston tolera 101.6 tantos a sus rivales. Si los Rockets continúan mejorando en ese aspecto no tengo dudas de que pueden entrar a los playoffs como grandes favoritos al trono. Han ganado cinco en línea (todos en marzo), pero aparte de eso llevan 23-6 en el 2014, con triunfos sobre los Heat de Miami, Pacers de Indiana, Oklahoma Thunder y Trailblazers. Esa, definitivamente, es su mejor carta de presentación. Houston cuenta con una ofensiva de élite en la NBA, ya que sus 106.6 tantos por noche son el tercer mejor promedio en la liga.
Harden ha estado muy bien, lo mismo que Dwight Howard, quien ha jugado la temporada sin las distracciones que suele protagonizar. El dirigente Kevin McHale ha sabido administrar muy bien su núcleo, pues cada noche aparece un héroe diferente muy a pesar de que últimamente ha usado una rotación corta. Tal vez eso explica la razón por la que no usa al dominicano Francisco García, quien puede ayudar a seguir la mejoría en defensa, si es realmente lo que desea.
Escribir acerca de Houston y no hablar de Chandler Parsons sería un absurdo. Parece que este pequeño delantero llegó para quedarse, pues sigue en franco ascenso y se puede decir que es una de las columnas de esa organización.
Todavía los Rockets tienen un largo trecho para sintonizar con las palabras de Harden. Ese es el reto.
