Por más que hurgo en la imaginación, no logro concebir este país sin Rosita, Ernesto y Monchi Fadul. La nación sería un lugar muy aburrido sin sus genialidades humorísticas, sin su gracejo inigualable, sin ese peculiar talento para atenuar las penalidades de esta vida desatando carcajadas multitudinarias, aunque para eso Monchi, por ejemplo, tenga que colorearse la cara, ponerse una bola luminosa en la nariz, zapatones y pantalones bombachos para hacer un chiste sobre las elecciones y Participación Ciudadana.
Humorísticos aportes de Monchi
Por más que hurgo en la imaginación, no logro concebir este país sin Rosita, Ernesto y Monchi Fadul. La nación sería…